Publio Cornelio Escipión es el personaje histórico por el cual se decantó Santiago Posteguillo para lanzarse a la aventura de la novela histórica. Tras publicar Africanus (2006) y Las legiones malditas (2008), Ediciones B nos presenta La traición de Roma (2009), última entrega de las memorias, ficticias, del famoso general romano.
En La traición de Roma nos encontramos ya a un Escipión conquistador de África e Hispania que ha ganado la guerra con Cartago y derrotado a Aníbal Barca. Su vuelta a Roma, envuelto en un halo conquistador y heroico, unido a su propia vanidad, hacen que sus enemigos, comandados por Catón, traten de hundir su figura emergente para evitar una eventual dictadura. Mientras tanto, al otro lado del mundo conocido, Antíoco III, el Basileus Megas, trata de recuperar el imperio de Alejandro Magno y, tras arrasar Egipto, parece que su avance sobre Asia Menor y Grecia resulta imparable, amenazando el poder de Roma.
La traición de Roma es, no hay duda, pura novela histórica. Partiendo de unos pequeños extractos en los que es el propio Escipión deja sus pensamientos, Posteguillo recrea los últimos años de la vida del Africanus y también de su eterno enemigo Aníbal, cuya propia aventura ocupa gran parte del volumen que nos ocupa.
Si hay algo que destaque en La traición de Roma es la atención por el detalle que el autor ha puesto en práctica. Desde luego, no deja oportunidad para recrear el ambiente de la época, lanzándonos en medio de datos, nombres o términos específicos, a veces en forma de avalanchas informativas. Para los amantes de la recreación exacta, resultará un libro formal, bien documentado e incluso ágil, aunque en mi caso reconozco que había momentos en que el volumen de información llegaba a abrumarme.
La traición de Roma, es, también, un buen libro para los aficionados a la historia militar: las batallas son parte importante del libro, tanto su planificación política, estratégica y la propia acción son llevadas al papel con, de nuevo, constante detalle.
Como único punto negativo, y es una cuestión personal, sólo me ha chirriado el excesivo maniqueísmo en el que cae el autor en diversos momentos del libro, tratando de guiar al lector demasiado deprisa, cogiéndole de la mano, en lugar de mostrar las situaciones de una forma más impersonal. Son pequeños detalles en los que se nota qué personajes son los favoritos de Posteguillo, como cuando habla de los pueblos íberos, donde también se aprecia un cierto cariño y un tratamiento diferente.
En resumen, un libro perfecto para los apasionados a la historia de Roma, las batallas del mundo antiguo y los que disfrutan conociendo de primera mano cómo era la vida en los tiempos de Publio Cornelio Escipión, el Africano.
Sobre más o menos el mismo tema, para los que no disponen tiempo de leerse la trilogía sobre Escipión, o también para los amantes de este periodo concreto de la historia, es recomendable el libro Escipión y Aníbal, del historiador italiano Giovanni Brizzi.