El Observatorio de la violencia doméstica y de género se apunta a la moda de la trilogía Millenium y aprovecha para darle un premio al escritor sueco Stieg Larsson. Por lo visto entienden que los libros protagonizados por Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist merecen el V Premio de Reconocimiento a labor más destacada en la erradicación de la violencia de género. Según el Observatorio:
por su aportación, a través de la literatura, en la visibilización y denuncia de la violencia contra las mujeres que se sigue perpetuando en las sociedades actuales, también en las más avanzadas
y
por poner de manifiesto que no sólo es deseable sino posible la construcción de una sociedad libre de violencia de género por todos sus integrantes, mujeres y hombres
Comunicado que me hace reflexionar si los integrantes del Observatorio y yo hemos leído las mismas novelas, o si es que yo he captado un mensaje completamente diferente al que Larsson quería expresar en su obra.
Que Larsson ponga de fondo una historia sobre la trata de blancas y la prostitución -un tema tratado ya con saciedad en el género negro, si hace falta señalar a un nórdico, pongamos el caso de Mankell- es algo normal dentro de una historia de estas características. En cuanto a la historia de maltrato sufrida por Lisbeth Salander -atención, Spoiler– es tan alejada de la realidad… que un ex-espía soviético acostumbrado al sadismo maltrate a una mujer con la permisividad de ciertas autoridades secretas, más luego el infierno que sufre la joven en un psiquiátrico no son normales. Incluso el abuso intolerable y sadomasoquista que recibe más tarde -mientras intentaba grabar en vídeo un abuso menos salvaje- tampoco tienen que ver con el mundo en general. Sobre todo me llama la atención lo de la “sociedad libre de violencia de genero“. Lisbeth Salander es cualquier cosa menos alguien interesado en la violencia de género, en su cabeza de hacker sólo hay sitio para una cosa: la venganza. Cuanto más dolorosa, mejor. Y vaya si hace uso de la violencia durante los libros, casi desde el principio hasta el final.
En cuanto al resto de mujeres que aparecen en la obra, todas son fuertes, duras, capaces y, si hacemos un cómputo global, inflingen su buena dosis de violencia. La trilogía Millenium no es un alegato contra ninguna violencia, en todo caso es una denuncia tomada como excusa para mostrarnos un mundo más violento si cabe de lo que conocemos, ya que las únicas solución presentada como viable es la agresión planificada.
Tomar obras de novela negra, siempre en extremos sociales, sobre todo el caso de Millenium, con momentos un tanto fantasiosos, para mostrar conductas ejemplares no es una buena idea. Aunque quizá la visibilidad que van a conseguir en los medios ligando el premio al mejor best-seller del año valga la pena, si es por una buena causa.
Vía: Europa Press Cultura
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