- La relación entre padre e hijo, así como la propia paternidad, son temas muy frecuentados en literatura.
- Te presentamos 4 historias narradas desde el punto de vista del padre, y 4 novelas contadas desde la perspectiva del hijo.
Los padres son una de las figuras más importantes de nuestra vida. Conforme crecemos, los miramos con admiración y respeto, nos dejamos guiar por ellos y los tomamos como ejemplo para seguir nuestro propio camino. Sin embargo, llega un momento en que esa mirada de profunda adoración va diluyéndose y aparece frente a nosotros el hombre, que ha dejado de ser un héroe para convertirse en alguien que, con sus virtudes y defectos, lo ha hecho lo mejor que ha podido.
No cabe duda alguna de que la relación entre padres e hijos es de una complejidad digna de ser convertida en literatura. Así lo han hecho muchos autores, que han encontrado en el vínculo con sus progenitores el hilo a través del cual tejer algunas de sus mejores historias. Otros, por el contrario, han escrito desde su propia experiencia con la paternidad, volcando en papel sus reflexiones acerca de sus vivencias como figuras de referencia. A continuación te presentamos 8 novelas que giran en torno a las vicisitudes de los lazos paterno-filiales; en 4 de ellas el padre es el narrador y, en las restantes, es el hijo quien cuenta la historia del padre.
El padre es el narrador
El autor noruego Karl Ove Knausgård ha logrado una notable reputación literaria gracias a sus obras de corte autobiográfico. Es en la segunda entrega de su saga más afamada, Mi lucha, donde habla con más claridad y contundencia sobre lo que supone ser padre. Un hombre enamorado retrata, con una sinceridad apabullante, todo lo bueno y lo malo que se experimenta a raíz de la paternidad. Más adelante en su trayectoria literaria, el autor sigue indagando en estas cuestiones con el Cuarteto de las estaciones, una tetralogía escrita como una carta dirigida a su hija, a quien le va explicando poco a poco el mundo en el que va a nacer.
También el escritor peruano Renato Cisneros se interesó por transformar sus sentimientos en palabras cuando se enteró de que su mujer estaba embarazada. A partir de ese momento se embarca en la escritura de un diario de paternidad, Algún día te mostraré el desierto; en él queda patente no solo su ilusión ante su nuevo rol en la vida, sino también las inseguridades que le atenazan frente a la perspectiva de no llevar a cabo bien su complicado y complejo cometido. También se pregunta en su largo monólogo interior qué consecuencias tendrá la paternidad en su matrimonio, ¿lo cambiará para bien o para mal?
El argentino Andrés Neuman se suma a este elenco de autores que hablan de la paternidad en primera persona. Él lo hace con Umbilical, un relato en el que se combinan ensayo, narrativa y poesía. El volumen reúne el camino que recorre él mismo desde el momento en que se entera que va a ser padre, hasta cuando su hijo nace y empiezan a compartir las primeras vivencias. «Encantado, hijo mío, de empezar a la vez a ser lo que seremos» es una de las muchas citas conmovedoras que podrá encontrar el lector en el libro más íntimo y personal de cuantos ha escrito Neuman.
En La uruguaya de Pedro Mairal nos alejamos de lo testimonial para adentrarnos en un mundo de ficción, pero que bebe de la realidad de muchos padres. El protagonista de la historia es Lucas Pereyra, un escritor que acaba de alcanzar los cuarenta y que viaja de Buenos Aires a Montevideo en un momento complicado de su vida. Uruguay se presenta entonces como un oasis en medio de sus conflictos matrimoniales. En cuanto a su paternidad recién estrenada, el sentimiento que más le mueve es la frustración, pues se siente abrumado y temeroso ante la posibilidad de no ejercer bien su papel debido a su juventud e inexperiencia.
El hijo es el narrador
¿Qué mejor forma de empezar hablando de historias donde el hijo narra la historia del padre que El olvido que seremos de Héctor Abad Faciolince? En esta obra, que cuenta con una exitosa adaptación cinematográfica, el escritor colombiano realiza un viaje por sus recuerdos con el fin de honrar la memoria de su padre, Héctor Abad Gómez, quien fue asesinado en Medellín en 1987. Al mismo tiempo, la obra narra la historia de Colombia y sus habitantes, por cuya libertad y derechos luchó su padre hasta el final. El autor habla emotivamente acerca del vacío inmenso que dejó tras de sí al morir, y lo recuerda como un hombre alegre, admirable y cariñoso que fue el mejor ejemplo a seguir para sus hijos.
En la producción literaria del estadounidense Philip Roth, conocido por obras como El lamento de Portnoy y la Trilogía Americana, también podemos hallar un título que se centra en la figura de su padre y su influencia en su vida. Roth nos acerca en Patrimonio a los últimos días de Herman Roth, viudo de ochenta y seis años que padece un tumor cerebral. En un acto de verdadera honestidad y sensibilidad, el hijo traza un relato en el que habla sobre la complicada relación que mantuvieron, haciendo hincapié asimismo en temas tan universales como la muerte y el miedo que esta despierta en nosotros.
Las obras de la prestigiosa Nobel de Literatura Annie Ernaux se caracterizan por su marcado carácter biográfico. Con El lugar, publicado en 1984 en Francia, la autora se consolidó como una de las maestras de la autoficción. En sus páginas, Ernaux nos traslada a 1967, cuando ella era una joven aspirante a profesora de secundaria y superó el examen de capacitación en un liceo de Lyon. Con ello, el orgullo de su padre se desborda; sin embargo, tras este bonito sentimiento se esconde el recelo de un hombre que aspira a ascender socialmente a través de su hija. Su satisfacción, por otra parte, es efímera, pues fallece dos meses después. La autora aprovecha la obra para hacer un retrato de la compleja relación con su padre, así como de la sociedad en que está inmersa.
En cuanto a la escritora mexicana Guadalupe Nettel, se abre en canal en El cuerpo en que nací para hablar de uno de sus grandes miedos: que su padre resulte no ser quien ella creía. Desde pequeña cree haberse configurado una imagen muy acertada del hombre que le dio la vida: amoroso, responsable y atento, alguien legal que “no hacía trampa en los juegos, ni siquiera para divertirse”. Esta percepción se resquebraja cuando lo encarcelan, acusándolo de malversación de fondos públicos. Es a partir de ese momento que Nettel debe volver a sus memorias de infancia y juventud, mediante las cuales intenta resolver la incógnita de quién es realmente su padre.
Y a ti, ¿qué otras obras se te ocurren donde los padres sean la figura principal del entramado?