Londres es una de las ciudades más vivas e interesantes del mundo y parece obligatorio hablar de ella con lugares comunes tales como ciudad cosmopolita o crisol de culturas. Además de ser el centro financiero de Europa es también una de sus ciudades más turísticas, en buena parte gracias a sus museos de entre los que destaca, como no, el British Museum que, con su colección de más de siete millones de piezas, da muestra de la cultura humana de cualquier parte del planeta, ya que ser un imperio expoliador siempre va bien para hacer museos y ser crisol de culturas.
Pero nosotros hemos venido a hablar de libros, así que tendremos que acercarnos a la British Library (aunque la propia biblioteca del Museo Británico esconde muchos secretos e historias) donde podemos, a parte de babear si eres bibliotecario o usuario habitual, visitar algunas de las exposiciones con las que dan a conocer su colección. La Biblioteca Británica está abierta los siete días de la semana y cuenta con cafetería, restaurante y, como no, tienda. De todas formas, si lo que queréis es comprar libros y domináis la lengua de Shakespeare (será por usar lugares comunes) lo mejor es acercarse a Charing Cross Road y disfrutar perdiéndose entre las librerías que llenan la calle.
Londres tiene una amplia relación con la literatura, ya sea como escenario o como lugar de residencia de escritores, siendo como es y era uno de los centros culturales más importantes del mundo, además de una ciudad enorme, casi un pequeño país. Así podemos, por ejemplo, visitar la recién restaurada casa de John Keats (Keats Grove, Hampstead), donde el poeta conoció a su adorada Fanny Brawne y escribió Oda a un ruiseñor. Allí Podremos ver el anillo de compromiso de la pareja, pinturas, cartas o la propia máscara mortuoria de Keats, que falleció víctima de la tuberculosis con veinticinco años.
Otro de los lugares literarios de Londres es el Poet’s Corner en la abadía de Westminster donde podemos encontrar el monumento conmemorativo del propio Keats o el de Oscar Wilde o las tumbas de Lawrence Oliver o de Charles Dickens, de quien también podemos visitar la casa museo que, si bien fue ocupada sólo dos años por el escritor, es la única que permanece en pie. Funciona como museo desde 1925 y, como corresponde, los visitantes pueden ver ediciones raras, manuscritos, pinturas y la casa conservada como si estuviéramos en la época victoriana y fuese a comenzar a escribir la historia de Olivier Twist.
Después de tanto museo y gente muerta, puede ser recomendable alguna actividad más ligera. Sin abandonar el Londres victoriano la Ruta de Jack el Destripador es una interesante, y un poco morbosa, alternativa. Nos guiarán por el barrio de Whitechapel, una de las peores zonas del Londres de la época, a través de los lugares donde se encontraban las víctimas de uno de los asesinos que más ha excitado la imaginación de lectores, escritores y público en general. También puedes visitar el pub The ten bells, que lleva en funcionamiento desde el siglo XVIII y que era frecuentado por algunas de las víctimas. La ruta comienza en la estación de metro de Aldgate East en el 118 Whitechapel High Street
Londres tiene muchos más sitios interesantes y literarios, tantos que la lista podría ser interminable. Por ahora dejamos a un lado a la mayoría de ellos y pronto prepararemos una guía sobre Harry Potter y también sobre otros rincones literarios del mundo.
Oliver Twist