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Los beneficios de la lectura en la tercera edad

AutorElena Martínez el 16 de marzo de 2021 en Divulgación
  • Practicar la lectura y mantener la mente activa, puede ayudar a prevenir enfermedades mentales durante la tercera edad.
  • Entre un sinfín de beneficios, estimula la memoria y contribuye a la relajación.

Persona mayor con libros

Como todo lector sabe, porque lo ha comprobado en su propia piel, son muchos los beneficios que ofrece la práctica habitual de la lectura. Desde temprana edad, nos ayuda en el desarrollo de la personalidad, en la adquisición de vocabulario, en la mejora de la expresión, el fomento de la imaginación y la creatividad, y contribuye a hacer frente a los problemas de concentración. Pensar que estos beneficios solo son productivos en edades tempranas, sería cometer un gran error, ya que la lectura debería acompañarnos durante toda la vida.

Precisamente durante la vejez es cuando más activo deberíamos mantener este hábito, pues es durante esta etapa cuando más necesitamos reforzar y cuidar nuestra mente. Mantenerla ocupada y en funcionamiento es esencial para prevenir ciertas enfermedades mentales que son más propensas a aparecer con el paso de los años. La lectura ayuda a conservar las funciones intelectuales y cognitivas en óptimas condiciones, protegiendo y mejorando el bienestar mental de los más mayores. A continuación, te contamos algunos de los beneficios de la lectura durante la tercera edad.

Es una buena forma de entretenimiento: A medida que las personas nos hacemos mayores, las actividades cuotidianas se van viendo reducidas, ya sea por fatiga, falta de motivación, u otro motivo. No tener cosas que hacer provoca que le demos más vueltas a la cabeza y aumenten nuestras preocupaciones. Es por esto que la lectura nos ayuda a mantenernos ocupados, de una manera divertida y poco costosa, que puede evadir y estimular al mismo tiempo, las funciones cognitivas de la persona. Leer, aunque sea durante una hora, nos proporciona un tiempo de desconexión en el que desaparecen temporalmente otras ideas para centrarnos en la historia que tenemos delante.

Ayuda a conciliar el sueño: Sin lugar a dudas, un buen hábito que ayuda a la relajación, es leer antes de dormir. Dedicar unos minutos a la lectura antes de irse a la cama favorece la relajación mental, ya que el cerebro únicamente se centra en dicha lectura y el resto de nuestras funciones vitales se ralentizan. Esta práctica también contribuye a liberar el estrés acumulado durante el día y a destensar los músculos, lo que con total probabilidad facilitará la conciliación del sueño. Además, numerosos estudios demuestran que lo que leemos antes de dormir, lo retenemos con mayor facilidad.

Mejora e incrementa la empatía: La lectura de novelas despierta, como es normal, emociones y sentimientos, ya sea al conectar o sentirse identificado con un personaje o al asombrarse ante un acontecimiento inesperado. Tal y como se ha demostrado en muchas ocasiones, las personas que leen tienden a ser más comprensivas y empáticas que las que no lo hacen, y esto puede ayudar a las personas mayores a mejorar su carácter y la forma de afrontar su día a día.

Es un buen remedio para combatir la soledad: Muchas veces, debido en parte a la propia naturaleza de la vida, muchas personas mayores se sienten solas o apartadas. La lectura de una buena novela o de un interesante ensayo, puede ayudar a olvidar por unos instantes esa misma soledad, ya que al involucrarse de lleno en la lectura, pueden sentirse parte de la historia y vivir en primera persona y a través de los personajes un sinfín de acontecimientos.

Refuerza la memoria: Al llegar a la vejez, la mente humana tiende a volverse más débil, siendo recurrente olvidarse de fechas, lugares e incluso personas. Es por ello que es esencial mantener viva la lectura, pues este hábito favorece y mejora la memoria, ayudando a fortalecer la mente y a despertar los sentidos. Además, leer potencia la capacidad de atención, de comprensión y la observación, independientemente de la edad.

Si algo está claro es que tener presente la lectura en todas las etapas de nuestra vida es algo elemental, ya que pocas cosas nos aportan tanto a cambio de tan poco de la forma en la que lo hace la lectura. Eso sí, se recomienda aprovechar las horas de luz del día para evitar depender de la luz artificial, que siempre será más perjudicial para nuestra salud visual. Además, en esta misma línea, son preferibles los libros con letras grandes y fácilmente legibles para no fatigar la vista.

Elena Martínez

(Valencia, 1995) Periodista, amante de las letras y de la tecnología. Siempre hay tiempo para perderse entre las páginas de un buen libro. Sueña con escribir el suyo propio.

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