- La bibliofobia acostumbra a aparecer en edades tempranas a raíz de un acontecimiento traumático.
- Esta patología también podría tener un origen genético y se trata mediante terapia.
La fobia, término derivado del vocablo del griego antiguo Fobos, que se refiere a la personificación del terror y el horror, es un trastorno de ansiedad caracterizado por un miedo o terror intenso e irracional a situaciones u objetos concretos. Las fobias no solo producen miedo, pues también puede darse el caso en el que este miedo sea sustituido por aprensión, rechazo o incluso odio. Por su parte, el prefijo biblio-, también proviene del griego y significa libro.
Aclarados estos términos, muchos lectores se harán la siguiente pregunta: ¿cómo puede alguien tener miedo a los libros? Parece ser que, tal y como afirman las últimas investigaciones sobre dicha alteración, la bibliofobia se origina en edades muy tempranas cuando los niños, o bien en casa o en la escuela, comienzan a interactuar con la lectura. El ejemplo más común lo hallamos cuando un niño de temprana edad, en mitad de la clase, comienza a leer y por el motivo que sea, (nervios, despiste, cansancio…) se traba o se equivoca. Este hecho acostumbra a provocar la mofa de los compañeros, lo que por consiguiente, puede producir un pequeño trauma que si no se trata pronto puede acabar convirtiéndose en una fobia muy peligrosa.
Esta experiencia desagradable puede marcarle y en próximas ocasiones, cuando sostenga un libro o tenga que verse obligado a compartir una lectura en voz alta, su mente comenzará a recordar ese pequeño trauma, provocando sudoración, temblores, ansiedad e incluso mareos. En ese momento es cuando, según los expertos, la fobia ya esté presente.
Tal y como hemos mencionado, los traumas o situaciones de estrés suelen ser el primero de los motivos por los que nacen ciertas fobias, pero existen otras investigaciones que afirman que podemos encontrar el origen a estas dolencias en otros muchos lugares. Por ejemplo, hay autores que afirman que estas patologías podrían tener origen genético, es decir, ciertas personas podrían tener más posibilidades de sufrirlas gracias a la herencia recibida.
Otras teorías, como la que defiende Martin Seligman, psicólogo y escritor estadounidense, exponen que la respuesta de miedo es natural en el ser humano, ya que esta misma respuesta ha ayudado al individuo a sobrevivir a lo largo de toda la historia. En ciertas personas, estos estímulos están programados para surgir con más facilidad. Es lo que él denomina como asociaciones primitivas y no cognitivas, que no responden a argumentos racionales y que pueden derivar a ciertas fobias.
Ahora bien, ¿cómo sé si tengo bibliofobia? Pese a que existan varios tipos de temores, casi todos ellos comparten síntomas comunes, tales como ansiedad, temblores, náuseas, aturdimiento, hiperventilación, opresión en el pecho o conductas de evitación, entre otros muchos. Si cuando tienes que leer en público o simplemente sostienes un libro en la mano, manifiestas alguno de estos síntomas, probablemente padezcas bibliofobia.
Sin embargo, no hay nada de qué preocuparse, ya que no tiene por qué ser una fobia como tal. Puede que simplemente padezcas cierta ansiedad pasajera. Además, esta dolencia tiene tratamiento, es lo que se conoce como terapia cognitiva conductual. Consiste en corregir y modificar aquellos pensamientos que provocan ese mismo malestar a raíz de diversas técnicas empleadas, como la relajación o la propia exposición al problema.
La técnica expositiva suele ser la más utilizada, la cual consiste en exponer al paciente gradualmente al estímulo fóbico, con la finalidad de que el paciente poco a poco supere ese terror. Esto por supuesto hay que hacerlo de la mano de profesionales, ya que ellos te ayudarán a derrotar a este miedo de una vez por todas.