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Grandes bibliotecas de la historia. Cesarea Marítima

AutorAlfredo Álamo el 16 de diciembre de 2019 en Divulgación
  • Fundada en el siglo II, llegó a ser una de las más grandes de su época.
  • Pertenecía a la Escuela de Teología.

Vista de las ruinas de Cesarea Marítima.

Cesarea Marítima fue capital de Palestina bajo el dominio romano, convirtiéndose en una importante ciudad dedicada al comercio marítimo, con un puerto vital para el Oriente Próximo, y famosa, además, por la importancia de su Escuela de Teología y de la biblioteca que albergaba. Académicos de todas partes del mundo conocido acudían para conocer las maravillas guardadas tras sus muros.

La figura clave para conseguir este nivel académico fue el erudito Orígenes, nacido en Alejandría en el 185 d. C. y que es considerado como uno de los padres de la Iglesia Cristiana Oriental. Fue director de la escuela teológica de Alejandría, pero, por diferencias con el obispo de la ciudad, decidió trasladarse a Cesarea, donde desarrolló una notable obra ensayística.

Orígenes era un ávido bibliófilo, y se encargó de aportar numerosos manuscritos, sembrando la semilla de la biblioteca. Se calcula que con el tiempo llegó a contener más de 30.000 manuscritos, convirtiéndose en un lugar de obligado peregrinaje para todos aquellos que querían avanzar dentro del estudio de la teología.

Entre otros tesoros, hoy perdidos, la biblioteca albergó una copia del Evangelio de los hebreos, así como una extraña versión en arameo del Evangelio de Mateo. También fue significativa la colección completa de los trabajos del propio Orígenes, quizá la más importante sobre las escrituras sagradas cristianas de su época.

Hay que tener en cuenta que Orígenes fue encarcelado en el año 250 por el emperador Decio, lo torturaron durante doce meses y murió cuatro años más tarde, como consecuencia de las secuelas físicas y psicológicas. De ahí la importancia de tener centralizada su obra, casi imposible de encontrar en otro lugar.

Otro de los grandes artífices de esta biblioteca fue Pánfilo de Cesarea, que también estudió en Alejandría antes de encargarse de montar la escuela de teología y ordenar y ampliar el fondo creado por Orígenes. Este académico, que proveía a los estudiantes más pobres de lo necesario para vivir, murió en el 309 a raíz de la gran persecución de Diocleciano contra los cristianos.

La biblioteca mantuvo una importante actividad durante varios siglos, hasta que comenzó su declive por las purgas sufridas por parte de los emperadores contrarios al cristianismo, aunque gracias al esfuerzo de algunos obispos se pudo mantener la biblioteca en buenas condiciones.

Por desgracia, y como muchas otras grandes bibliotecas de la época, no logró sobrevivir a dos grandes batallas que pasaron por Cesarea Marítima. En el 614, las tropas persas del Imperio Sasánida sometieron a asedio a la ciudad. La biblioteca sufrió grandes daños, pero antes de que pudiera ser reconstruida una vez más, la ciudad entera cayó en manos sarracenas en el 638. Poco más se sabe de la Escuela de Teología y de sus 30.000 manuscritos a partir de ese momento.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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