Territorio Lovecraft, de Matt Ruff

• Interesante mezcla de terror, fantasía y novela histórica.
• Sociedades secretas, racismo y los Estados Unidos de los años 50.

Matt Ruff es un autor que se mueve a la perfección entre los huecos de la literatura fantástica y la narrativa clásica, lo que en términos algo pedantes se ha venido en llamar slipstream. Lo cierto es que Ruff no se deja etiquetar de manera habitual y sus novelas son muy diferentes unas de otras, siempre a partir de premisas de lo más original. Ese es el caso de Territorio Lovecraft, obra con la que llegó a ser nominado al World Fantasy Award.

Si tenemos presente la obra de H. P. Lovecraft todos imaginamos las mismas escenas de caballeros blancos anglosajones enfrentados a horrores inimaginables, bien en la costa de Nueva Inglaterra, bien en lo más alto de una cadena montañosa. Si conocemos un poco más al autor, es imposible no pensar en su clasismo y su racismo, quizá herencia de una pose y una época, pero, al fin y al cabo, presentes.

¿Cómo vería la comunidad afroamericana a Lovecraft en los años 50? Es más, ¿existía una comunidad de lectores afroamericanos de fantasía y ciencia ficción en esa época? Porque, seamos serios, jamás se nos ha presentado algo así en cine o literatura. Ahí es donde parte Ruff, pues nos encontramos una novela protagonizada por gente enfrentada a una situación de persecución racial en la mayor parte del país, a mediados de los 50, y con una gran pasión por la literatura fantástica.

Pero no se queda ahí. Ruff nos lanza a un mundo que entronca con algunos de los relatos de Lovecraft y de su círculo, sobre todo en cuanto a la existencia de sociedades secretas compuestas, como no, de viejas familias blancas, ricas y orgullosas. Sin embargo, tan solo uno de sus miembros alcanza protagonismo, y en un papel más cercano al de gran antagonista.

Ruff usa varios relatos entrelazados, con varios protagonistas, para crear la novela, casi en una especie de fix-up -técnica también muy de la época de Lovecraft-, en los que hace hincapié tanto en la persecución racial como en la opresión sobre las mujeres. Una representación de los años 50 en los que la magia pertenece a unos pocos, presentada desde una perspectiva poco explorada.