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¿Cuál es el origen de las ferias del libro?

AutorAlfredo Álamo el 28 de mayo de 2019 en Divulgación
  • Surgen a principios de la Edad Moderna.
  • Hoy en día son citas ineludibles.

Estatua de un académico renacentista con un libro.

Con la llegada del buen tiempo, las ferias del libro florecen a lo largo de todo el mundo. Es el momento perfecto para que editores, libreros, autores y lectores se reúnan bajo una misma lona, compartiendo experiencias y haciendo nuevos tratos. Pero ¿en qué momento comenzaron a reunirse? ¿Qué les llevó a hacerlo? Para contestar a esas preguntas tenemos que retroceder unos cuantos siglos, hasta llegar al siglo XVI.

Hay que tener en cuenta que las primeras ferias del libro eran encuentros muy reducidos, visitados más por profesionales de la edición, amanuenses, nobles y representantes de órdenes religiosas. No eran eventos destinados a la promoción de la lectura entre el pueblo llano.

De hecho, en estas ferias se podía encontrar un número bastante limitado de libros, ya que la producción de la época tampoco daba para más. Era un lugar donde comprar tinta, tipos diferentes de papel, tipos móviles, nueva maquinaria… y, aunque parezca algo mucho más moderno, se negociaban traducciones de novelas y tratados de gran éxito.

Las primeras grandes ferias del libro en Europa fueron las de Frankfurt y Leipzig, aunque también habría que destacar las de Medina del Campo en España, y la de Lyon, en Francia. Además de elementos relacionados con el libro, también se comerciaba con objetos de lujo, intentando aprovechar el nivel económico de los visitantes. Así pues, no era raro encontrar pieles, sedas o artesanía de alta calidad.

Con el tiempo, las ferias fueron especializándose, aunque sin perder su carácter elitista. De hecho, tenemos el ejemplo de la feria de Frankfurt, uno de los epicentros mundiales de la compra y venta de derechos de autor, y cita obligada para las grandes editoriales multinacionales.

Por otro lado, la democratización de la lectura y la alfabetización, ya propias del siglo XX en Europa y América, hicieron cambiar el formato de muchas ferias, siendo organizadas pensando más en la venta al público que en los tratos editoriales.

Como ejemplo, podemos hablar de la feria del libro de Madrid, que comenzó su andadura en 1933, estando en aquella época situada en el Paseo de Recoletos. Fue una iniciativa de los libreros de la ciudad que se consolidó tres años después, en 1936. Como curiosidad, la feria de Madrid llegó a viajar a otras ciudades, como Barcelona o Sevilla.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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