- Es un término que describe un tipo concreto de personaje.
- No todo personaje femenino poderoso es una Mary Sue.
El término Mary Sue apareció por primera vez en 1973, siendo acuñado por la autora Paula Smith en su relato paródico Un cuento trekkie. Smith estaba harta de un tipo de personaje que aparecía sobre todo en relatos amateurs, una mezcla de Pollyana, Deus ex Machina y voz del autor, que lo sabía todo, lo resolvía todo y, en resumen, resultaba muy repelente.
A partir de este cuento, se dio forma al estereotipo. Una Mary Sue -que en sus inicios se usaba para personajes masculinos y femeninos- era un personaje idealizado por el autor, una máquina de resolver los problemas planteados en la narración y que no sufría ningún tipo de cambio o evolución a lo largo de la historia.
Con el tiempo apareció el término Gary Stu para que no se usara siempre un nombre femenino para señalar un personaje mal escrito, aunque se sigue usando Mary Sue en ambos casos. Esta versión idealizada del autor dentro de la narración es una proyección de sí mismo, ya que, además de su evidente omnipotencia, suele dar largos discursos con la visión política o social del propio escritor.
Sin embargo, mucha gente no aplica bien el término de Mary Sue. Un ejemplo claro ha sido una polémica a partir de Arya Stark o el personaje de Rey en la nueva saga de La guerra de las galaxias, consideradas por algunos como un ejemplo de este tipo de personajes.
Lo cierto es que es una confusión clásica. No, porque un personaje tenga poder y habilidades especiales y resuelva problemas, eso no lo convierte en una Mary Sue. El caso de Arya Stark es un claro ejemplo de mal uso del término: sufre lo indecible desde que es solo una niña, recibe palizas, muere gran parte de su familia, se tira años entrenando con un objetivo en mente, mejora, pero sigue sufriendo. Tras todo ese proceso es una asesina magnífica, quizá una de las mejores del mundo, capaz de casi cualquier cosa.
Es evidente que eso no es una Mary Sue. Una Mary Sue habría sorteado cada uno de los obstáculos sin problemas y habría resuelto todos los problemas de los Siete Reinos en medio libro. Así son las Mary Sues (y los Gary Stus), personajes planos sin apenas desarrollo que ni dudan ni son engañados, ni nada les llega a afectar de verdad, porque son proyecciones del autor y ya conocen todo lo que les va a pasar.
No se debe aplicar este término a todo personaje femenino poderoso. De hecho, es contraproducente para autores y autoras que temen usar este tipo de personajes por miedo a que se use el término Mary Sue a diestro y siniestro para ridiculizar su obra. No, hay que ser preciso y diferenciarlo de otros posibles estereotipos, como la fantasía de poder, por ejemplo.
Quizá el término de Mary Sue haya quedado demasiado sexista para hoy en día, y deberíamos darle otro nombre a este tipo de personajes, uno que sea genérico desde el principio y que no haga que nos fijemos casi exclusivamente en las protagonistas femeninas, pasando por alto a los personajes masculinos.