- ¿Problemas de insomnio? Phoebe Smith al rescate.
- Es especialista en escribir historias diseñadas para adormecer.
La regla de oro para cualquier escritor es mantener la atención del lector en todo momento. Cuando escribes, buscas atrapar su mente, provocarle todo tipo de sensaciones diferentes, hacer que se enganche página tras página a tu libro. Sin embargo, la escritora inglesa Phoebe Smith ha logrado un gran éxito haciendo exactamente todo lo contrario, luchando contra el instinto natural de todo autor para imponer su narración.
Trato de darle la vuelta a lo que solemos hacer al escribir. Normalmente tratamos de atrapar a la gente con introducciones cargadas de dramatismo, y trabajamos a través de un arco narrativo párrafo a párrafo. Yo le doy la vuelta a eso en sus cabezas.
Smith era conocida por sus libros de viaje y periodismo. Hace un año, el fundador de la app Calm le propuso reescribir un artículo suyo sobre el Transiberiano, pensando específicamente en hacer dormir a sus lectores. Al principio pensó si era tan mala escribiendo que la habían elegido precisamente por su capacidad de aburrimiento, pero decidió darles una oportunidad.
Hoy ya lleva escritas más de 15 historias para Calm, que cuenta con un catálogo de narraciones con millones de reproducciones. Suelen ser de 20 a 40 minutos de duración y están basadas en los artículos de viajes que escribe para otras publicaciones. De Marruecos a Siberia, de Estados Unidos a Suecia.
Su obra más conocida es Blue Gold, una historia ambientada en el sur de Francia que cuenta con un gran aliado: el actor británico Stephen Fry, que pone su magnífica voz al servicio de aquellos a los que les cuesta conciliar el sueño por las noches. Esta narración ha sido escuchada 15 millones de veces.
Smith se ha convertido en la escritora fundamental de Calm, buscando siempre esquivar la tensión, el crescendo misterioso, el ansia por continuar. En sus historias, si hay algo interesante hay que mostrarlo en el primer párrafo, y, desde ahí, dejarse llevar, animando a que la imaginación de la gente prime sobre todo lo demás.
Pero no solo es un tema de estructura. Smith selecciona con cuidado las palabras que utiliza, procurando dejar fuera sonidos demasiado abruptos, que podrían romper el proceso del sueño. Hay descripción inmersiva, onomatopeyas, lenguaje sonoro y aterciopelado. Quizá este tipo de historias nos retrotrae a las que nos contaban de niños, activando parte de nuestra memoria física y facilitando la relajación.
En cualquier caso, Smith se ha convertido en la única autora del mundo que, cuando un fan le dice que no ha logrado llegar al final de su historia, puede tomárselo como el más sincero de los halagos.
Vía: The Guardian