- Acaba de ser declarada patrimonio cultural en Brasil.
- Tiene su origen en el siglo XV.
La poesía popular y los romances de ciego, por poner dos ejemplos de cultura oral, eran extremadamente apreciados entre las gentes del siglo XV y XVI, tanto en España como en Portugal. Con la irrupción de la imprenta, muchas de estas poesías y narraciones pasaron a convertirse en folletos, cuadernos de papel de baja calidad y grandes ilustraciones, que los tenderos ponían a vender colgados de cordeles a la puerta de sus tiendas.
Si bien los grandes poetas españoles se distanciaron de este tipo de publicaciones, pues las consideraban de baja calidad y alejadas de la alta literatura que ellos decían escribir, lo cierto es que este tipo de publicación tuvo su momento de éxito, hasta tal punto que se popularizó tanto en el Mediterráneo como en las colonias americanas.
Pero donde realmente triunfó, debido al apoyo de muchos literatos, fue en Portugal, país en el que se convirtió en todo un éxito. De ahí dio el salto a Brasil, donde el género se mantuvo vivo con cientos de autores populares. De hecho, la literatura de cordel perdió fuerza en Portugal a finales del siglo XIX, mientras que en algunas regiones de Brasil seguía estando muy presente.
De historias y narraciones puramente populares, con leyendas, moralejas, sainetes y comedias, la literatura de cordel siguió incluyendo novedades, como por ejemplo la explicación de noticias de gran calado y actualidad, novelando lo sucedido y llegando allá donde no lo hacían los periódicos. Siempre, claro, desde una perspectiva un tanto truculenta y sensacionalista.
La literatura de cordel se ha mantenido viva en Brasil hasta nuestros días, hasta tal punto que incluso cuentan con una Academia Brasileira de Literatura de Cordel, fundada en 1988. Los vendedores de estas peculiares obras son conocidos bajo el nombre de folleteros, y todavía hoy es fácil encontrar en librerías callejeras estos folletines y poemarios que cuentan la vida más truculenta y realista de Brasil.
Su importancia en la cultura brasileña ha sido reconocida hace poco tiempo, ya que el gobierno de Brasil ha destacado esta peculiar forma literaria como parte de su patrimonio cultural inmaterial, otorgando así un nuevo estatus de protección a la peculiar forma de escritura, impresión y venta que todavía se mantiene.
Quién iba a pensar que uno de los más curiosos oficios literarios del siglo XV iba no solo a sobrevivir hasta la actualidad, sino que lo iba a hacer, además, de tal forma que su importancia dentro de la cultura popular de Brasil llegara hasta este importante reconocimiento.
¿Qué os parece? ¿Habíais oído hablar alguna vez de este tipo de literatura? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.