Antisolar, de Emilio Bueso

• Ciencia ficción y sentido de la maravilla a raudales.
• Segunda entrega de la trilogía de Los ojos bizcos del sol.

Con Transcrepuscular, Emilio Bueso inició una de las trilogías más esperadas de la ciencia ficción en castellano de los últimos años. Su mezcla de clasicismo en la aventura, la creación de un trasfondo elaborado y complejo, junto con el uso de su peculiar y personal estilo como narrador, resultó toda una sorpresa que ahora repite en la continuación, Antisolar. Una novela puente que se lee a toda velocidad.

Sin caer en demasiados spoilers, algo inevitable, por otra parte, al ser esta una segunda parte, Bueso retoma la acción justo donde la dejó en la primera entrega. El equipo de aventureros separado, derrotado y en apuros. La prueba de que el mundo donde se asienta la acción es algo más que una simple fantasía y que la ciencia y la tecnología están presentes de manera más activa de lo que podíamos imaginar. La fantasía se torna más realista, pese al incremento del sentido de la maravilla. Y de ahí, saltamos.

Antisolar disfruta de las ventajas y los inconvenientes de ser una novela puente. Su longitud, contenida, da pie a un ritmo frenético de capítulos cortos y acción sin demasiadas concesiones al exceso verbal. Bueso repite ese estilo cortante y seco, lleno de metáforas extemporáneas, de Transcrepuscular, aunque con menos necesidad de explicaciones y más diálogos que proporcionan una gran agilidad.

Esa es una de las ventajas de narrar en una novela puente, que la aventura puede convertirse en el principal actor de la historia, los personajes se desarrollan y todo brilla con más fuerza en el escenario. ¿Los inconvenientes? Se parte de un cliffhanger y se acaba en un cliffhanger. A veces, lo que funciona muy bien para contar la historia al completo no es lo mismo que conviene a una novela de manera individual.

En Antisolar asistimos a una parte interesante del total de la trilogía, pero que resulta muy dependiente de dónde viene y a dónde va. Cuando se pueda leer la obra completa se convertirá en una parte que dotará de equilibrio y dinamismo al conjunto, pero que leída de manera individual carece de una sensación de cierre adecuada.

En cualquier caso, es una segunda parte. Nadie debería leerla sin venir de Transcrepuscular y es cierto que deja con ganas de que llegue ya la tercera parte de la entrega para poder disfrutar al completo de la narración.

En cuanto al estilo de Bueso, mantiene ese narrador de lenguaje personal que levanta pasiones, tanto a favor como en contra. Poco se puede añadir a esta decisión tan valiente como arriesgada, a la que uno se acostumbra a medida que avanza la trilogía.

En cuanto a la edición, Gigamesh sigue con su idea de presentar primero ediciones limitadas de lujo para los que se la puedan permitir, pero en esta ocasión las versiones más asequibles han aparecido con mayor celeridad, dejando que más gente pueda acceder a esta emocionante aventura de ciencia ficción mientras que los devotos de la excelente edición de coleccionista disfrutan de lo lindo.