- ¿Hace tiempo que lo dejaste y no sabes cómo volver?
- No te sientas atosigado por los cientos de novedades que verás en las librerías.
Mucha gente pierde el hábito de la lectura en un momento dado de sus vidas. Suele ser por una mezcla de falta de tiempo, cansancio y descubrimiento de nuevas aficiones. Con el tiempo, es probable que el interés por los libros vaya volviendo poco a poco, pero no todo el mundo es capaz de recuperar con facilidad ni el ritmo ni la pasión por una buena novela. Hoy os damos unos consejos para reintroducir los libros en vuestra vida.
No te sientas obligado. Hay gente que siente una cierta presión social para leer, bien por familia o bien por amigos. Por muchas historias que te sugieran, no lo hagas si no te sientes con ganas: el resultado de leer por pura imposición suele ser contraproducente.
Elige bien tus lecturas. Esto no quiere decir que debas lanzarte a por los clásicos de la literatura, sino que debes empezar por las historias que te apetezcan, por mucho que a otros les puedan parecer con poco fundamento o de segunda categoría. Hay que leer por placer, sobre todo si vamos a ir poco a poco. ¿Novelas de aventuras? A por ellas. ¿Románticas? Sin problemas.
Lleva siempre un libro contigo. Aunque muchos dicen que el mejor momento para leer es poco antes de dormir, lo cierto es que hay que aprovechar los momentos vacíos del día. Quizá te venga mejor leer unas cuantas páginas en el descanso para comer. O quizá tengas un hueco a media tarde en el que puedas escaparte a un parque. Debes escuchar a tus propias necesidades.
Incorpora la lectura en tu familia. Aunque sea un rato, esto no viene mal. Apagar la tele media hora al día no hace daño y variar el ocio cultural siempre es aconsejable. Recuerda que si los más pequeños te ven leer, lo más probable es que entiendan que la lectura es algo más que hacer, y no una tarea escolar a olvidar enseguida.
No tengas miedo a releer libros que te gustaron. Si hace tiempo que no lees, quizá sea interesante volver a las novelas que te atraparon en su día. Luego solo tienes que ir mirando libros similares y construir tu propio itinerario de lecturas.
No hace falta que te marques objetivos. Eso de leer un libro a la semana o al mes. Lee a tu ritmo y cuando puedas. De hecho, te darás cuenta de que cuanto más lees, más rápido vas y más tiempo puedes sacar para leer un rato. Eso sí, no pierdas la costumbre otra vez: una vez arrancas es mejor darle una oportunidad antes de volver a dejarlo.
Comenta tus lecturas con familia y amigos. Hablar de lo que uno lee ayuda a darse cuenta de los puntos fuertes, o flacos, de los libros. Incluso puede que acabes animando a alguien más a volver a leer contigo. Toma notas, también es una buena idea.
En el caso de que te sientas un poco perdido a la hora de volver a leer, busca grupos de lectura en tu biblioteca más cercana. Los hay de varios niveles y ayuda mucho ver cómo otros leen igual que tú y comparten sus experiencias.
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.