- Un estudio examina cómo se percibe la literatura de género.
- Existe un prejuicio autocumplido sobre la ciencia ficción.
Es curioso que leer sobre conceptos como los viajes en el tiempo, la antigravedad o los motores warp pueda producir un efecto desafortunado en algunos lectores, provocando que lean de una manera más descuidada y sin atención. ¿Cómo es posible que suceda esto? Un estudio publicado en el Scientific Study of Literature a cargo de Chris Gavaler y Dan Johnson parece que demuestra esta extraña relación.
Partiendo de otro estudio de 2013 en el que se decía que la ficción literaria normal hacía a los lectores más empáticos que los que leían literatura de género, los dos académicos plantearon una prueba a 150 participantes, a los que dieron a leer un texto de 1.000 palabras. En cada versión de este texto, un personaje entraba en una sala común, donde interactúa con la gente que le espera, después de que su opinión negativa sobre la comunidad se haya hecho pública.
En la versión más “literaria”, el personaje entra en un restaurante después de que su carta al director haya sido publicada en el periódico del pueblo. En la de ciencia ficción, entra en la galería de una estación espacial, habitada por aliens, androides y humanos.
Después de leer el texto, se le preguntó a los participantes por su nivel de empatía con el protagonista y cuánto esfuerzo habían dedicado a comprender los sentimientos del resto de personajes. Los dos textos eran iguales en trama y estructura. Las únicas diferencias eran semánticas: puerta por exclusa de aire, por poner un ejemplo. En teoría, ambos textos tendrían que haber producido el mismo efecto. Pero no fue así.
Al parecer, al pasar el texto a ciencia ficción se reducía la percepción de calidad literaria, a pesar de que estaban leyendo el mismo argumento, sentimientos y relaciones entre los personajes. Los lectores de ciencia ficción afirmaron que les había costado más entender el mundo, pero mucho menos las mentes de los personajes. Puntuaron menos en comprensión del mundo y del argumento en general.
Estos lectores esperaban una historia más simple, un prejuicio que eliminaba la calidad del texto por sí mismo. La ciencia ficción había activado por sí misma una lectura más pobre del texto, como si predispusiera al lector hacia una falta de esfuerzo por prestar atención al texto.
Finalmente, los autores del estudio afirman que este resultado viene determinado por el prejuicio de algunos lectores hacia la literatura de género. Es una especie de profecía autocumplida: el lector ve el texto de ciencia ficción e inmediatamente, deja de prestar atención a la complejidad de los personajes y la trama, pasando de puntillas con la sensación de que, además, está entendiéndolo todo cuando, en realidad, no se entera de nada, leyendo de una manera simplona.
Vía: The Guardian