- El proyecto de eBiblio lleva creciendo desde hace varios años.
- Tan sólo necesitas un carné de biblioteca y un dispositivo compatible.
De las principales razones esgrimidas por aquellos que descargan copias gratuitas de libros comerciales, llamemos a esto piratería o no, suele ser que encuentran difícil el acceso a bibliotecas o que a ellos lo que les gusta es leer en digital. Es cierto que el presupuesto dedicado a las bibliotecas en España es cada vez menor y que su número no es que crezca, sino que cada vez es más difícil mantener el servicio en condiciones. Pero para aquellos que buscan libros digitales sin salir de casa existe una alternativa: el proyecto eBiblio.
No es un proyecto nuevo, lleva varios años en marcha, pero cada vez que se habla de piratería y libros electrónicos se pasa de puntillas sobre su existencia, y no debería ser así. En eBiblio hay un fondo de ebooks muy importante, que incluye desde clásicos a novedades, pasando por material de consulta, y que pueden ser leídos de maneras muy diferentes.
El único requisito es tener un carné de biblioteca pública y una dirección de correo electrónico. Con estos dos elementos podremos acceder a este servicio que nos permitirá descargar libros para leerlos tanto en ereaders compatibles con Adobe DRM, teléfonos inteligentes, tabletas o incluso a través del navegador de Internet de nuestro ordenador.
Quizá la única dificultad consiste en la descarga e instalación del gestor de libros de Adobe, que es el que controla el DRM, es decir, las limitaciones que la biblioteca y los editores imponen a los libros. Es decir, el tiempo que podemos disfrutar del libro y la imposibilidad de prestarlo a otros, por poner dos ejemplos.
Lo cierto es que salvado este pequeño escollo informático tendremos acceso a una biblioteca real y con un fondo de gran tamaño, en constante mejora y actualización, que está dentro del sistema y que proporciona, aunque sea poco, algo de dinero a los creadores de los libros. Sí, como siempre, el proceso es algo más farragoso que si acudimos a una página de descargas ilegales, pero tampoco es algo insuperable y sólo se complica la primera vez que instalamos las aplicaciones.
En resumen, el proyecto eBiblio debería ser uno de los más utilizados en un país en crisis donde la necesidad de consumo de cultura -y consulta, no olvidemos los libros que no son ficción-, es cada vez más alto. Es legal, es público y es gratuito. Sólo le falta ser más sencillo, pero eso llegará si el número de usuarios aumenta.
Más información: eBiblio