Al final el jurado no se decidió por volver a entregar el premio a un escritor en lengua castellana como algunos rumores daban a entender durante las deliberaciones. El Príncipe de Asturias de las Letras ha recaído en el albanés Ismail Kadaré, uno de los nombres que desde ayer por la tarde sonaban fuerte en los mentideros de los expertos.
Kadaré le ha ganado la partida a escritores como Murakami, Nooteboom, Kundera o Galeano, algunos nombres de los que optaban a recibir el galardón. Kadaré es uno de los pensadores con más prestigio dentro de Europa, y ha abordado de manera interesante el tema de las dictaduras, la literatura, así como el terrible tema de la guerra de los Balcanes.
A caballo entre la ocupación nazi de su país y luego el férreo estalinismo que sufrió Albania durante varias décadas, Kadaré tampoco se ha sentido cómodo con la instauración del capitalismo. Exiliado en París desde 1990, mantiene una posición crítica y ácida con la actual sociedad europea.
Kadaré ha ganado premios como el Booker Internacional y ha sido propuesto varias veces al Premio Nobel de Literatura.