Por qué celebrar el centenario de Gloria Fuertes

• Pese a la opinión de literatos como Javier Marías, se lo merece.
• Fue mucho más que una poeta menor.

Uno no puede dejar de leer el artículo de Javier Marías, en el que inventa una extraña conspiración feminista dedicada a destacar autoras, bajo su criterio, menores, sin pensar en los motivos por los cuales un excepcional narrador puede ser, al mismo tiempo, un pésimo columnista. Sólo se salvaría si Marías, en un ejercicio magistral, buscara hacer saltar la polémica sobre ciertos temas, como la poca visibilidad de las autoras españolas o el clasismo de ciertos académicos.

El caso es que Gloria Fuertes sólo ha sido la excusa del artículo para denunciar esa extraña conspiración, nacida de la mente de Marías, que nos obliga, como sociedad, a reconocer los dudosos méritos literarios de autoras de segunda categoría. Para ejemplificar el tema, no ha tenido mejor gusto que escoger a Gloria Fuertes, cuyo centenario se celebra este 28 de julio.

Según Marías, Fuertes no es digna de nuestro elogio. Al contrario que otras que cita, una gran mayoría, como es lógico por su formación, extranjeras, o bien tirando de archivo: Pardo Bazán, Rosalía de Castro, Chacel, Laforet, Fortún o Rodoreda. Está claro que, para Marías, toda literatura interesante se escribió antes de 1980, al menos la femenina. La masculina no, claro, que él sí que ha sacado unos cuantos libros.

Desconozco aquí si Marías ha leído en profundidad a Fuertes o su desprecio viene dado por la faceta de poeta infantil de la autora madrileña. A muchos, todo lo relacionado con la infancia les parece poco serio, falto de ambición, ridículo; propio de payasos y comediantes en lugar de literatos. Dejando a un lado esta tontería, pues en las obras infantiles encontramos muchas veces el germen de las mejores historias de nuestra vida, Fuertes fue mucho más allá.

Puede que lo que moleste a Marías que celebremos al final sea la obra de una mujer de clase obrera, que publicó sus primeros poemas a los 14 años y que trabajó durante muchos años hasta que sus relatos, cuentos y obras de teatro llegaron al gran público. Quizá Marías, de haber estado allí, vería con malos ojos que Fuertes fundara la revista Arquero, junto a Antonio Gala, Julio Mariscal y Rafael Mir. Y que la dirigiera hasta 1954.

Cuando Marías sólo tenía 1 año, a Fuertes le daban el Premio Valle-Inclán. Cuando Marías tenía 10, Fuertes recibía una beca Fullbright, siendo profesora en varias universidades de los Estados Unidos. En el 72 le dieron la beca de la Fundación Juan March. Todo esto, claro, según Marías, son minucias. Fruto de la conspiración feminista ¿del franquismo? Señor Marías, aclárese, por favor.

Gloria Fuertes escribió poesía comprometida, feminista, de clase; luchó por destacar en una época en la que en España era muy complicado conseguir el éxito. Llegó a millones de jóvenes, pero además se convirtió en una figura a imitar por parte de muchas nuevas autoras. Claro que no era alta y guapa, elegante y anglosajona. Era de Lavapiés, incómoda, cínica y burlona. Una piedra en el zapato de la alta literatura, por lo visto.

Que alguien dude de que en su centenario haya que hacerle un homenaje, me hace dudar de los valores por los que se rigen algunos popes de la literatura, celosos de su territorio, dando palos de ciego en sus glorificadas tribunas.

Fotografía de Panarria con licencia CC BY-SA 3.0