Escribe solo para una persona: tú mismo

• Es la mejor manera de ser diferente y disfrutar.
• Los escritores no son estrellas de rock.

Os voy a contar un secreto: la industria editorial en castellano ya no es lo que era. Las tiradas han comenzado a ser cada vez más pequeñas, excepto para los grandes libros superventas en los que las grandes editoriales ponen toda la carne en el asador. Cada vez son menos los títulos que, partiendo de una ambición puramente literaria, llegan a triunfar. Y cuando una novela de género da con la tecla, casi inmediatamente surgen miles de clones en busca de la mímesis, de tal forma que, en ocasiones, se hace imposible distinguir una de otra, sobre todo porque se copian hasta las portadas.

Si antes un libro salía con 5.000 ejemplares en una tirada aceptable, ahora con suerte rozará los 1.000. La mayoría que no es grande se queda en 500. Y de ahí para abajo. Lejos quedan los tiempos es que se gastaba un buen dinero en presentaciones, galas y paripés. Hoy se apuesta por los eventos colectivos, donde abaratar los gastos y sacar pecho ante la crisis.

Y es que en un mercado más saturado que nunca, todo el mundo escribe y poca gente se engancha a la lectura. Ser creativo está de moda y la verdad es que ser escritor no deja de ser barato: a fin de cuentas sólo se necesita una hoja en blanco y un lápiz. Es pues, el momento dorado para las empresas de autoedición y los talleres literarios. Si os fijáis, cada vez hay más en los que te animan a convertirte en escritor. Como si no se estuviera invitando a todos justo cuando la fiesta está terminando.

En muchos de estos cursos te enseñan fórmulas de éxito y esquemas programados perfectos para lograr un superventas. Desconfía de casi todos los que hablen de la literatura como si fuera algo mesurable, esquemático y cuadriculado. De los que analizan las tendencias y te aconsejan escribir sobre lo que estará de moda dentro de seis meses. Para eso es mejor que te abras un canal en YouTube.

Haz caso a los que te enseñen a luchar, que despedacen tus frases, que te tiren a la cara ese último capítulo que no encaja. Los que te digan que tienes que escribir sobre lo que te interesa, sobre lo que te apasiona, sobre lo que quieres contarle al resto del mundo. Cada cual, claro, es libre de escribir sobre lo que quiera, al fin y al cabo dentro de una industria siempre manda el cliente. Aunque quizá haya que abrirle los ojos de vez en cuando.

Pero quizá no quieras acabar escribiendo novelas eróticas de tramas predecibles o cuentos infantiles para un youtuber bajo seudónimo. Sé tú mismo a la hora de escribir. Puede que no logres vender más libros que un presentador de televisión o una poeta joven con twitter, pero por lo menos habrás disfrutado de una de las mejores experiencias del mundo.