- Escuchan voces y otros fenómenos parecidos.
- Pasan a formar parte de su vida cotidiana.
Parece una noticia digna de una novela fantástica, pero lo cierto es que un reciente estudio de la Universidad de Durham ha encontrado unos datos realmente fascinantes. Tras una encuesta realizada sobre 1.500 lectores, ha resultado que muchos de ellos han afirmado que las voces de los personajes han permanecido con ellos, aunque no estuvieran leyendo, influyendo en el estilo y la forma de sus pensamientos. Alucinante, ¿verdad?
De hecho, algunos de los participantes en esta encuesta han llegado a decir que era como si un personaje “comenzara a narrar mi mundo”, aunque la mayoría dice que escucha la voz de los personajes en su cabeza, o se imagina cómo reaccionarían ante las situaciones que se encuentran en su vida cotidiana.
No sólo eso. En el estudio, que se realizó durante el Festival Internacional del Libro de Edimburgo, más de la mitad de los entrevistados escuchaban voces, pero es que un 48% llegaba a decir que sufrían alucinaciones visuales o sensoriales del mismo tipo que las auditivas.
El escritor y psicólogo Charles Fernyhough, uno de los autores del estudio, concluye que es una muestra de cómo los lectores de ficción hacen mucho más que sólo procesar las palabras que leen, sino que recrean de manera activa los mundos y los personajes que se describen. Esto activa el cerebro de tal manera que esta recreación permanece activa cuando se deja de leer y afecta a sus pensamientos diarios.
Esto va de escuchar una voz o sentir que sus pensamientos se acomodan a los que tendría un personaje, así como su sensibilidad o incluso llegan a notar su presencia. Responden a situaciones cotidianas como si formaran parte de la novela que están leyendo, viendo el mundo a través de los ojos de alguien diferente.
Es una experiencia puramente personal, ya que esas voces y sensaciones varían completamente de una persona a otra, ya que dependen de la imaginación de cada persona. Cuando se termina un buen libro, uno que haya llegado a absorbernos por completo, quién no ha deseado que un personaje siguiera con nosotros. Según Fernyhough, ese es uno de los signos de que una novela ha funcionado, que los personajes que has creado pueden vivir fuera de la imaginación del escritor.
¿Qué os parece? ¿Os ha pasado alguna vez? ¿Habéis seguido sintiendo la presencia de algún personaje sin estar leyendo? ¿Os habéis transportado a la visión de un escritor? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Vía: The Guardian
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.