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¿Por qué nos enganchamos a la literatura?

AutorAlfredo Álamo el 3 de enero de 2017 en Noticias
  • El cerebro disfruta con cada libro.
  • Eso hace que busquemos lecturas parecidas.

Dos personas conectando sus mentes.

Ya os hemos hablado en otras ocasiones de cómo afecta el hecho de leer al cerebro. No sólo nos encontramos ante un cierto desafío intelectual, un momento de ocio o reflexión, sino que ciertas áreas de nuestro cerebro reaccionan de manera simpática respecto a las acciones que leemos en el libro. De ese modo, cuando leemos sobre relaciones románticas, amistad, situaciones límite… empezamos a despertar reflejos de lo mismo en nuestra cabeza. Cuanto más nos metemos en un libro, más nos enganchamos a esas sensaciones.

Los libros, los buenos libros, provocan en nosotros reacciones físicas y mentales. Muchas veces hemos hecho bromas respecto a la “resaca de libro” que nos da tras pasar varias horas leyendo, completamente absorbidos por la lectura. Pero no es una tontería, ese estado un tanto desorientado en el que nos puede dejar un libro es real. Al pasar tanto rato concentrados, en un ambiente cerrado e íntimo, leyendo sin parar, es normal notar el cambio al terminar.

De hecho, no es raro soñar sobre los libros que acabamos de terminar de esa manera. El cerebro sigue activo, aunque hayamos terminado de leer y es probable que eso influya en nuestro periodo de descanso. Cuanto más nos haya atrapado un libro, más difícil será desengancharnos y querremos repetir la experiencia.

Así pues, una vez encontramos un tipo de libros que nos produce el mayor número de sensaciones, lo normal es que acabemos buscando la misma literatura. Si es un autor, iremos a buscar el resto de libros que ha escrito. Si está dentro de un género, probaremos con los demás libros hasta que encontremos aquellos que tocan las mismas teclas que nos excitan y nos mantienen enganchados.

Por eso también es importante probar no sólo con los libros que sabemos que nos van a gustar -esos siempre van a estar ahí-, sino ir probando cada vez con libros más alejados de nuestra área de confort. No hay que sufrir leyendo, pero sí tratar de encontrar nuevas sensaciones.

Hay gente que ha pasado años leyendo de vez en cuando, sin descubrir ese libro especial que te engancha para siempre a la lectura, y que de repente lo encuentra. Se activan nuevos mecanismos y todo parece encajar. Desde luego, es una experiencia que todo el mundo debería disfrutar.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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