La dama de Zagreb, de Philip Kerr

• Nueva entrega del más famoso de los detectives berlineses, Bernie Gunther.
• Nos transporta al terrible escenario de la II Guerra Mundial en los Balcanes.

La ventaja de desarrollar un personaje como el de Bernie Gunther es que te permite un abanico de historias casi inagotable, teniendo en cuenta su inicio, situado unos años antes de la II Guerra Mundial, con una trayectoria que se alarga hasta los años 50, pasando por momentos tan interesantes como el Berlín de la República de Weimar, el frente ruso, la Cuba de Batista o, como es el caso de La dama de Zagreb, el escenario de los Balcanes durante la guerra.

Para los que no lo conozcan, Bernie Gunther es un detective de homicidios berlinés que se ve atrapado en el auge del nazismo en Alemania y que, tras muchos problemas, idas, venidas, amenazas y coacciones, acaba como miembro de las SS, al igual que toda la división policial alemana. Gunther no es nazi, de hecho sus simpatías son socialistas, pero ha llegado a un punto en el que va a hacer cualquier cosa por sobrevivir, como ya se ha visto en otros de los libros de la serie, donde no duda en asesinar, si es necesario, para salvarse.

En La dama de Zagreb, Gunther recibe un encargo del mismísimo ministro de propaganda de Hitler, Goebbles, alguien a quien, como podéis imaginar, es mejor no llevarle la contraria. Pese a todo, Gunther mantiene un cierto cinismo berlinés que es incapaz de dejar de lado, aunque le meta de vez en cuando en algún que otro problema. Goebbles le encarga que encuentre al padre de una actriz de la que está locamente enamorado y que quiere que protagonice su próxima película, algo a lo que, de entrada, la joven es muy reticente. Quiere que encuentren a su padre, perdido en Bosnia desde hace años, antes de seguir adelante.

Los que hace tiempo que leen a Kerr ya se pueden imaginar que Gunther no podrá evitar enamorarse de la actriz y arriesgar su vida a cambio de pasar un par de noches con ella. Es una de las características del detective berlinés, es incapaz de mantener los pantalones abrochados cerca de una mujer atractiva. Algo que, tras tantos libros, empieza a ser un tanto cansino y hasta repelente. Pero el caso es que Gunther, tanto por las órdenes de Goebbles como por la petición de ella, decide ir a Bosnia a buscar al padre de la chica.

El resultado no es el que nadie esperaba. Junto a un puñado de nazis croatas, Gunther recorre la salvaje Bosnia de la guerra, donde hasta los campos de exterminio de Polonia palidecen frente al sadismo de algunos líderes militares. Uno de los cuales, el peor, es el hombre que estaba buscando. A la vuelta, sin embargo, deciden dar por muerto a este hombre para que su hija no sepa la clase de hombre que es.

A partir de aquí también se inicia una intriga que se desarrollará en Suiza, con un desvío de dinero sospechoso, planes para la invasión del país alpino y la intervención de los servicios secretos. Una historia que, como en toda buena novela de detectives, está enlazada con la de la misteriosa actriz que ha enamorado a Gunther, la dama de Zagreb.

Toda esta historia nos la relata el detective muchos años tras el fin de la guerra, cuando está dedicado al negocio hotelero y un día, al ir al cine, reconoce el rostro de la que fue su amante protagonizando una de las superproducciones de Hollywood.

La verdad es que la novela es interesante sobre todo por el escenario de los Balcanes y la intriga en Suiza, pero por lo demás estaríamos hablando de una historia más de Gunther: bien llevada y bien escrita, pero que apenas aporta nada a la serie, convirtiéndose en una anécdota para sus fieles seguidores.