- Francisco Robles ha sido ganador de este certamen de novela histórica.
- La bodega Solar de Samaniego hace gala de sus raíces literarias.
Las vides que un día fueron propiedad de la familia del conocido fabulista Félix de Samaniego forman hoy parte de una interesante bodega situada en Laguardia, que orgullosa de su pasado cultural y literario se ha empeñado en dotar de una identidad diferente a sus vinos, uniendo de ese modo dos mundos, el de los libros y el enológico. Pero no solo se han quedado en convocar un premio literario de novela histórica, eso lo podría hacer cualquiera, sino que han ido un paso más allá gracias a la colaboración con la editorial Algaida.
Si echamos un vistazo a la identidad de Solar de Samaniego encontraremos que la literatura se ha filtrado como un sabor más que proporciona al vino las barricas de roble. En este caso encontramos vinos dedicados a escritores famosos, con cuidadas etiquetas en las que el lenguaje se ha cuidado al extremo, así como un espacio propio dentro de sus bodegas dedicado a los libros, al que han llamado Beber entre líneas.
A través de este espacio buscan unir la pasión por la creación literaria con la que también ellos, como amantes del vino, sienten al recoger una nueva cosecha. Al fin al cabo, tanto ellos como los escritores buscan contar una historia, dotar de un trasfondo y una identidad propia a cada libro, a cada botella de vino; este proceso se aprecia de manera clara en los impresionantes murales que Guido van Helten ha preparado en las gigantescas cubas de Solar de Samaniego y que son de visita obligada para cualquier aficionado al vino o al arte.
Con toda esta pasión, esta imbricación de palabras y vinos, llegamos a la entrega del II Premio Solar de Samaniego, un premio que el año pasado, en su primera edición, fue a manos del autor Luis del Val. En esta ocasión el premio ha sido para el periodista y escritor sevillano Francisco Robles gracias a la novela La maldición de los Montepensier.
Esta obra, situada en la Sevilla del siglo XIX, nos transporta a una mezcla de intriga histórica y política, unas memorias apócrifas que recogen uno de los momentos clave de la historia de España cuando la infanta María Luisa Fernanda de Borbón se estableció en el palacio de San Telmo de Sevilla. Una época llena de conflictos sociales, revueltas y conspiraciones que Robles narra con la habilidad que le caracteriza.
Sin duda, el Premio Solar de Samaniego, dotado con la importante cantidad de 25 000 euros, se sitúa como uno de los más interesantes del panorama editorial en castellano, no solo por su apartado literario, sino por el interés en afianzar un legado literario unido a un proyecto tan emocionante como es el de liderar una importante bodega. Amor por el libro, amor por el vino, en un espacio compartido que, con toda seguridad, nos dará en el futuro muchas alegrías.
Francisco Robles