- En Estados Unidos el libro físico se mantiene fuerte.
- Son las pequeñas librerías las que mejor aguantan.
El impacto de Amazon sobre el tejido de las librerías a nivel mundial durante los últimos diez años es innegable, y no solo por su agresiva promoción de los libros electrónicos, sino por su política de venta online de libros físicos. Amazon es un gigante de la venta a domicilio y desde sus inicios ha puesto a los libros como uno de sus grandes productos, siendo capaz de presionar a grandes editoriales, influir en los precios e incluso preparando su propio sistema editorial. Con el tiempo, las grandes cadenas libreras de Estados Unidos han ido cerrando o volviéndose irrelevantes. Sin embargo, las pequeñas librerías independientes resisten los envites del ebook y las ofertas de Internet.
Está claro que no ha sido fácil y que por el camino se han quedado muchos negocios que se han visto afectados por la crisis en general. Ya os hemos comentado en otras ocasiones que el libro se considera como un producto secundario y que poco a poco va perdiendo ventas. Si tenemos en cuenta que en Estados Unidos se venden muchos ebooks, es lógico tener miedo a un negocio como el de las pequeñas librerías de barrio o pueblo.
Sin embargo, pese a las previsiones, el libro físico mantiene unas excelentes cifras de ventas y las pequeñas librerías han subido más de un 10% sus cifras en 2015 y siguen subiendo en 2016. Del 73% de los estadounidenses que han leído un libro el último año, el 65% lo hicieron en papel, el 28% en ebook y el 14 en audio. Solo un 6% lee solo en digital y la mayoría combina varios formatos.
Pese al sistema de recomendación de Amazon -que ya hemos visto que es manipulable tanto externa como internamente-, no hay nada como ir a una librería y pasear un rato por sus estanterías en busca de una nueva lectura. Los libreros están ahí para seleccionar lo que nos puede gustar y también se ha tratado de potenciar la presencia de clubs de lectura, reuniones de lectores y actividades que fomentan la sociabilidad y la conexión entre lectores.
Sí, claro, se puede conseguir lo mismo en Internet con las redes sociales, pero sigue existiendo un cierto placer físico en salir a elegir uno mismo lo que quiere comprar, sopesarlo entre las manos y luego decidir. La combinación de formatos parece ser el futuro del libro, algo a lo que se han sumado algunas librerías junto a Nook -una de las grandes empresas del libro digital-: los libreros dejan un espacio en sus tiendas para que los clientes puedan seleccionar y hablar sobre libros digitales y a cambio se llevan un porcentaje, como en los libros físicos.
¿Qué os parece? ¿Preferís comprar online y ahorraros tiempo o todavía os gusta pasar por la librería y pasar un rato entre libros? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.