- Leer es un hábito saludable que todos deberíamos practicar.
- Mucha gente aprovecha los últimos momentos de su día para coger un libro.
Leer es un ejercicio sano para el cerebro, pero muchas veces no encontramos el tiempo suficiente en nuestro día para dedicarle el tiempo necesario. Es cierto que al llegar la noche es cuando más cansados estamos, pero no deberíamos dejar que ver la televisión o navegar por Internet sean las últimas actividades que nuestro cerebro realiza antes de ir a dormir. Leer es mucho más sano y tiene unos beneficios que no podemos dejar pasar.
La televisión, los teléfonos y las tabletas pueden provocarnos cierto insomnio. Son emisores de luz y nuestro cerebro está configurado para seguir en marcha mientras reciba ciertos impulsos. Si te pones a ver la televisión o a mirar el teléfono en la cama es posible que tardes mucho más en dormir de lo que necesitas. En cambio, si lees un libro -sea en papel o en un ereader de tinta electrónica-, el sueño te irá llegando de manera gradual. Excepto, claro, si eres un loco de los libros y no paras de leer hasta que se te caen de las manos.
Leer un poco antes de irse a la cama es una de las rutinas más recomendadas para que nuestro cuerpo sepa que ha llegado la hora de ir a dormir. Establecer este tipo de acciones es una sana práctica que nos puede ayudar para combatir el insomnio. Si sigues un horario estable y marcas la lectura como lo último que haces antes de ir a la cama incorporarás una actividad sana y dormirás mejor.
Hay cierta discusión sobre si leer en la cama es tan bueno como leer antes de ir a la cama. Muchos psicólogos abogan por que la cama se use solo para dormir, dejando a un lado el resto de actividades. Por lo visto, mezclar el lugar de descanso con el lugar de ocio puede afectar a algunas personas. Si ves que tienes problemas para dormir pese a la lectura, intenta separar los espacios de sueño y libros.
Recordad que la lectura también sirve para rebajar los niveles de depresión o ansiedad, que son dos de las grandes claves del insomnio. Así que, aunque no estamos hablando de una cura para estos problemas, leer puede ayudar un poco a mejorar las noches. Escribir también parece una actividad útil en esos momentos, así que una combinación de lectura y escritura sería lo mejor antes de ir a dormir.
¿Y vosotros? ¿Sois de los que leen antes de ir a la cama? ¿Lográis parar a tiempo o amanecéis con el libro entre las manos? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.