Grandes autores que odiaban escribir

• Joyce o Vonnegut se quejaban mucho de su trabajo.
• El proceso de la escritura está lleno de frustraciones.

Muchas veces hablamos del proceso creativo, la paciencia, el trabajo diario… pero lo cierto es que dedicarse a la literatura es caer en la desesperación, la frustración y el desánimo. Cuando te quedas en blanco delante de la página, cuando no acabas de dar con la voz de un personaje, cuando envías tu manuscrito y te lo rechazan una y otra vez. Pero no penséis que es cosa de autores primerizos, muchos de los grandes autores de la literatura universal eran unos auténticos gruñones a la hora de hablar sobre su trabajo.

Franz Kafka nunca estaba contento con el resultado final de su obra, hasta tal punto que ordenó a su amigo Max Brod que quemara el resto de su trabajo tras su muerte, cosa que, por suerte, no llegó a hacer. ¿Cómo entendía Kafka la escritura? Pues…:

La escritura es la soledad absoluta, el descenso en el abismo frío de uno mismo.

No parece que anime mucho, la verdad. Pero lo cierto es que una pulsión incansable movió a Kafka a escribir hasta el último de sus días.

Kurt Vonnegut fue un escritor de lo más interesante, autor de una de mis novelas favoritas, Matadero 5, y poseedor de un personal y singular sentido del humor cargado de ironía. Nunca fue de los que animaban a escribir, aunque a lo largo de su vida habló mucho de cómo hacerlo. Según él, al escribir:

Me siento como uno hombre sin brazos y sin piernas, con un lápiz en la boca.

De nuevo, al enfrentarse al acto creador, parecía que le doliese, como un parto.

Uno de los más grandes autores de la historia de la literatura, James Joyce, que rebuscaba en el lenguaje como pocos, y, en muchas ocasiones, lanzaba juegos de palabras incomprensibles solo por el mero placer de hacerlo, dijo una vez:

Escribir en inglés es la más ingeniosa máquina de tortura jamás diseñada para castigar los pecados cometidos en vidas anteriores.

Como todos, luego daba consejos, sobre todo referidos a la constancia y los hábitos. Pero, como a los anteriores, le gustaba gruñir de vez en cuando.

Virginia Woolf fue una mujer introvertida, independiente y autora de novelas fundamentales para entender la literatura del siglo XX. Habló mucho de cómo escribir, además de ser muy cruel en su faceta como crítica. Sobre la lectura nos dejó esta frase:

Una vez la enfermedad de la lectura se ha hecho fuerte en el sistema, lo debilita hasta convertirlo en una presa fácil de otros carroñeros que disfrutan de la tinta y se alimentan de la pluma. La desgracia lleva a la escritura.

Y por último os dejo con una frase lapidaria del gran John Dos Passos:

Si hay un infierno especial para escritores este estaría en obligarlos a la fuerza a contemplar su propio trabajo.

Así que ya sabéis, escribir no siempre es tan bonito como lo pintan. Pero no podemos evitar hacerlo una y otra vez.

Vía: Crew