- Este curioso museo alberga más de 6500 pequeños libros.
- Para verlo tendrías que viajar hasta Azerbaiyán.
Muchos museos del mundo han comenzado como extensión de la obsesión de un curioso coleccionista. Ese el caso del Museo Baku de Libros en Miniatura, situado en la capital de Azerbaiyán, una ciudad en la costa del Mar Caspio, fundado a partir de la increíble colección de Zarifa Salahova, que comenzó a coleccionar este tipo de libros desde su infancia. Ahora, el museo cuenta con más de 6500 libros provenientes de casi 70 países y en una docena de idiomas.
Los libros en miniatura no suelen superar los siete centímetros, ni a lo ancho ni a lo largo, y comenzaron a ser populares a finales del siglo XIX, aunque ya existían en el siglo XV, siendo usados de manera habitual en viajes. En aquella época eran normalmente diccionarios, libros religiosos o de poesía, aunque también se miniaturizaron obras narrativas e incluso libros de leyes. Algunos libros en miniatura recibieron una edición exquisita, con tapas de piel, y hoy en día pueden alcanzar notables sumas de dinero para los coleccionistas.
En el museo de Baku tienen libros que datan incluso del siglo XVII, como una magnífica copia del Corán, una colección de las obras de Alexander Pushkin, además de una recopilación de libros juveniles. Estos libros se dividen en varias categorías de acuerdo a su tamaño –pueden ser de sólo 1,2 centímetros de largo-, con obras tan curiosas como una Historia de Inglaterra de 1815 o una Biblia creada por el ayudante de Gutenberg, Peter Schöffer en 1468.
Además del trabajo a la hora de miniaturizar la tipografía, que sigue siendo legible, habría que destacar el enorme trabajo de los ilustradores de la época, que lograban verdaderas maravillas habida cuenta del diminuto espacio del que contaban para plasmar su obra.
Aquí tenéis un pequeño vídeo donde apreciar la variedad de libros que posee el museo.
Si bien es cierto que viajar a Baku nos puede parecer un camino demasiado largo para visitar este museo, no es extraño que se organicen exposiciones con parte de su fondo en otras ciudades, como ya ha ocurrido en Moscú, París, Sidney o Ankara. Quién sabe, quizá en un futuro podamos disfrutar de alguna de estas pequeñas joyas mucho más cerca de casa.
¿Y a vosotros? ¿Qué os parece? ¿Conocíais este tipo de pequeños libros en miniatura? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Vía: Atlas obscura