- Cuando eres escritor cada minuto cuenta para mejorar.
- No todo es escribir sin parar: aquí os dejamos más consejos.
Si sois de los afortunados que pueden combinar trabajo y escritura no tengo que explicaros el principal escollo del autor independiente: el tiempo. Y es que la escritura acaba siendo siempre la principal sacrificada en favor del trabajo, los estudios, la familia y los amigos. Así pues, es importante que utilicemos al máximo las horas libres que podamos arañar, con especial atención a los días libres que nos pueden llegar en las próximas semanas. Está claro que las fiestas navideñas son para estar con la familia, sobre todo si hay niños, pero las horas nocturnas están ahí para los autores: son nuestro reducto, nuestro hábitat natural. Pero no todo es escribir y escribir.
Sí, no es del todo cierto. Escribir es la actividad fundamental a la que debes dedicar la mayor parte de tu tiempo. Si estabas embarcado en un proyecto, planifica bien el tiempo que puedes sacar y haz un horario adecuado. Compártelo con tu familia, no te lo guardes para ti solo: cuanto más normal sea que uses tu tiempo libre para escribir, más normal lo verán.
Si estabas atascado o entre ideas, es también un gran momento para ponerte con algo nuevo y darle un buen empujón. Personalmente, empezar a escribir es uno de mis momentos más críticos y si puedo desarrollar un buen volumen de páginas luego me es mucho más fácil ir trabajando poco a poco.
¿Tienes terminado y revisado un libro? Pues aprovecha el tiempo extra para escribir una buena propuesta editorial. No estaría de más que revisaras a qué editorial podría interesarle tu trabajo. Esto es muy importante, ya que debes siempre comprobar que tu libro encaje, más o menos, en su línea editorial. Es la mejor manera de no malgastar ni tu tiempo ni el suyo.
¿Habías pensado en usar alguna nueva herramienta? En Lecturalia os solemos recomendar programas y apps móviles. Si tienes un poco de tiempo libre puedes trastear un poco con ellas para ver si te son útiles realmente o si prefieres la libreta, el bolígrafo y las pizarras llenas de notas. Seas analógico o digital, también es un tiempo que puedes aprovechar para organizar tus notas y hacer algo de documentación.
Lee. En serio. A veces perdemos de vista que la mejor manera de mejorar como escritor es leer. Sirve para desconectar de nuestras propias obsesiones, para oxigenar el cerebro, para comprender mejor cómo abordar ciertos temas, ideas o problemas narrativos y, por supuesto, porque es divertido.