- La película de Albert Rodríguez bebe del gótico sureño americano.
- Secretos y mujeres desaparecidas: un cóctel especial de la novela negra.
La isla mínima ha sido una de las películas más galardonadas de los últimos años en el cine español y ha logrado unos excelentes números en taquilla. Siguiendo la estela de otros estrenos como Celda 211 o No hay paz para los malvados, La isla mínima demuestra que el género negro es especialmente querido tanto por los cineastas españoles como por el público. El argumento de la película, ambientado en el sur de Andalucía durante los años 80, es un heredero de la ambientación típica del gótico sureño estadounidense, al igual que otro de los títulos de 2014, True Detective.
La isla mínima sale bien parada en esta traslación de escenario, con sus dos protagonistas con cierto conflicto, los secretos que ambos guardan y ese aire entre decadente y olvidado de las cuidadas localizaciones. Si te gustó este ambiente y el argumento, hoy en Lecturalia os vamos a recomendar algunas novelas que recogen también parte del espíritu de La isla mínima.
En primer lugar, la magnífica novela 2666 de Roberto Bolaño. Una obra compleja que nos traslada a un escenario abandonado y cruel, el del desierto de Sonora. 2666 mezcla el relato detectivesco con el periodístico, la realidad y la ficción, hasta obtener una obra cuasi filosófica. No es un libro fácil de leer, pero, sin duda, merece la pena el esfuerzo.
El murciélago, de Jo Nesbo, fue la primera novela del autor noruego protagonizada por su personaje fetiche, el policía Harry Hole. Pero que nadie piense en un escenario congelado, ya que en esta ocasión la trama se desarrolla en el verano australiano. Drogas, mujeres desaparecidas, asesinatos… todo sucede al mismo tiempo que Hole trata de vencer sus propios demonios.
Si buscáis novela negra ambientada en Andalucía, también tenemos que mencionar los libros de Robert Wilson protagonizados por Falcón. El ciego de Sevilla y Condenados al silencio son dos buenos ejemplos de investigación por el mundo de luces y sombras que presenta Wilson y que también fueron llevados a la televisión en la serie Falcón.
Dennis Lehane es uno de los autores que más está siendo adaptado al cine en los últimos años, no siempre con la misma fortuna. Desapareció una noche fue la cuarta entrega protagonizada por los detectives Kenzie y Gennaro. La desaparición de una niña levantará una gran cacería, presentando una trama de pederastia, drogas y secretos inconfesables.
Por último, hablaros de una novela que ganó el Premio de L’H Confidencial y el Hammet: Las niñas perdidas, de Cristina Fallarás. Un libro duro, durísimo, ambientado en Barcelona y con una ambientación asfixiante que acompaña toda la narración hasta dejarte extenuado. No es una historia para los más sensibles, la verdad, y su estilo tan retorcido como violento.