- Un reciente estudio detalla los beneficios de leer de manera habitual por placer.
- Sube la autoestima, reduce el estrés y aleja el fantasma de la depresión.
¿Deprimido? ¿Triste? ¿Aburrido? ¿Con la moral por los suelos? ¡Coja un libro y póngase a leer! No hay mejor manera de dejar atrás los problemas, las neurosis, los pensamientos tóxicos y la astenia mental. O al menos eso dice el doctor Josie Billington de la Universidad de Liverpool que acaba de presentar un interesante estudio comparando lectores habituales con aquellos que apenas leen un libro o dos al año, como mucho. Los resultados son, como poco, sorprendentes.
Esta investigación nos dice que la gente que lee por lo menos media hora a la semana -ojo, apenas un ratito-, tiene un 20% más de posibilidades de sentir una mayor satisfacción vital que los que no abren un libro ni queriendo. Además, presentan un 21% menos a la hora de informar de depresión y un 10% más si hablamos de tener una buena autoestima.
Uno de los datos interesantes de este estudio, realizado en Reino Unido, es que hay una gran población que antes leía con regularidad pero que ha pasado a abandonar este hábito. Las razones son variadas, falta de tiempo, problemas de salud, pero llama la atención que un gran número de estas razones son por algún tipo de depresión, algo que, precisamente, se puede combatir, poco a poco, eso sí, a través de la lectura.
En España hay un 53% de la población que no lee o que lo hace de manera muy esporádica -que es la manera que tenemos de decir que nos han regalado el último de Reverte y hay que quedar bien-, un porcentaje altísimo que podría beneficiarse de estas cualidades de la literatura aplicadas a la salud mental.
Y, además, lo que ganarían en vocabulario. Un chollo, se mire por donde se mire.