Lecturalia Blog: reseñas, noticias literarias y libro electrónico 112.545 libros, 24.650 autores y 91.916 usuarios registrados

Libros malditos (III): The Letter Killeth, de Jim Jones

AutorAlfredo Álamo el 14 de agosto de 2014 en Divulgación

The Letter Killeth

Quién podía pensar que apenas 24 páginas pudieran provocar tanta desolación como The Letter Killeth, un panfleto escrito por el reverendo Jim Jones en los años 70 y que se convertiría en uno de los pocos textos recuperados e inteligibles de la secta conocida como La gente del templo.

La gente del templo fue un movimiento religioso que nació a mediados de los años 50 y que logró una gran popularidad durante los años 70 del siglo XX, sobre todo en zonas como Los Ángeles y San Francisco, motor en aquella época de todo tipo de nuevas religiones y filosofías. Con una mezcla ecléctica de socialismo utópico, teosofía y cristianismo, Jim Jones consiguió una sólida base de seguidores que trabajaron de manera incansable para la secta. En un momento dado, llegaron a ser más de 3000 personas y su influencia alcanzó incluso a varios políticos de la Casa Blanca. Sin embargo, tensiones con la policía y otros grupos religiosos hicieron que Jones comprara una gran zona agrícola en la Guyana Francesa, donde se trasladó con otros mil seguidores.

Jones intentó aplicar allí las teorías que había desarrollado en Estados Unidos, algunas de ellas aparecen en The Letter Killeth, aunque este libreto está dedicado más a atacar la biblia cristiana que a desarrollar un ideario propio. Casi dos mil personas llegaron a vivir allí. Sin embargo, empezaron a llegar quejas de abusos y problemas, por lo que el congresista Leo Ryan decidió viajar hasta la Guyana para investigar, encontrándose con numerosas peticiones de ayuda para escapar de la secta. El congresista Ryan fue asesinado, junto con su escolta y varios periodistas. A continuación, Jones ordenó a su comunidad que ingiriera un zumo mezclado con veneno.

Murieron más de 900 personas.

The Letter Killeth es una referencia a Corintios, 3:6, «el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica». Pocos escritos están manchados tan directamente con el espíritu del mal como éste, usando como excusa la religión y la promesa de un paraíso terrenal.

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

No se puede comentar esta entrada