Rebelión en la Granja es una fábula antitotalitarista que Orwell publicó en 1945 y en la que se realiza una acertada sátira sobre la revolución bolchevique y cómo esta desemboca en el régimen estalinista con sus purgas y persecuciones. El propio Orwell había sido testigo de la persecución estalinista durante su participación en la Guerra Civil española en la que trabajó junto al POUM de Andrés Nin, sufriendo la persecución de la que fue objeto el partido.
En Rebelión en la Granja, los animales se hacen con el poder tras derrotar a los humanos (el Zar y el gobierno monárquico), quedando los cerdos como administradores de la granja, que comienza a funcionar mejor que con los humanos. Pero pronto la revuelta animal para conseguir su libertad se convierte en otra cosa. El cerdo Napoleón se va haciendo con el poder, modificando las leyes, apropiándose de las ideas del cerdo Snowball, a quien consigue expulsar y resumiendo su gobierno en una frase: Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros.
Es obvio que el personaje de Napoleón es Stalin y que Snowball es Trosky, el otro líder de la revolución al lado de Lenin y el propio Stalin, el organizador del ejército rojo, los planes quinquenales y partidario de la internacionalización de la revolución (así como alguna purga de anarquistas y opositores polítitos). Su figura era un grave obstáculo para la política personalista y autoritaria de Stalin que consiguió su deportación, expulsión de la URSS y, más tarde, asesinato.
Esta relación tan obvia fue la que llevó a T.S.Eliot, en ese momento editor de Faber and Faber, a rechazar la publicación del libro, a pesar de considerar que era un texto literario de gran calidad, por ser demasiado troskista y no estar seguro de si era buen momento para publicar un texto antiestalinista; era 1944, en plena Segunda Guerra Mundial y Stalin era en ese momento un aliado. No sabemos la repercusión que hubiese tenido, pero está claro que Eliot privó a su editorial de publicar todo un clásico.
Parece que hoy en día el gobierno ruso está intentado rehabilitar la figura de Stalin (suponemos que al grito de ¿qué hay de lo bueno que hizo Stalin?) así que es un buen momento para releer este libro, en el que no sólo encontramos un retrato de la revolución bolchevique, sino una fábula crítica de la naturaleza humana y su mezquindad.
Rebelión en la granja