¿Sabías que hay una biblioteca en la prisión de Guantánamo? Pues sí, el Campamento Delta, donde EE. UU. mantiene a decenas de acusados de terrorismo tras los atentados del 11-S, tiene su propio rincón para libros y películas. Pero no penséis que es una biblioteca normal, ni siquiera para una cárcel: la seguridad es extrema y nadie, excepto el bibliotecario, camina entre sus estanterías.
La biblioteca tiene 9000 títulos, así como películas y algún que otro videojuego. El grueso de la colección está en árabe, aunque también hay libros en inglés. Algunos de los presos llevan ya diez años a la espera de juicio, así que no penséis que hay tanta variedad. Después de todo no hay muchas maneras de pasar el tiempo allí dentro.
¿Qué leen los prisioneros de Guantánamo? A nadie le debería extrañar que sean libros religiosos los que más se consultan. Además, hay traducciones de literatura occidental, como El señor de los anillos, los libros de Harry Potter, o incluso obras de García Márquez. Los libros en inglés se leen menos, pero muchos de los detenidos van aprendiendo el idioma gracias a ellos.
Hay censura previa. Se valora si los libros contienen elementos demasiado profanos, extremistas o con valores antiamericanos. El sexo y la violencia están controlados, aunque eso no ha impedido que superventas como Los hombres que no amaban a las mujeres esté disponible. Que 1984 también esté en la biblioteca no deja de ser interesante.
Además, las familias pueden enviar libros a través de la Cruz Roja. Una vez han pasado el filtro, los prisioneros pueden quedarse con ellos más tiempo de lo habitual, antes de que vayan a ocupar su sitio en la biblioteca principal.
En un lugar como la prisión de Guantánamo, donde muchos derechos fundamentales brillan por su ausencia, la literatura se abre camino, quizá no como a muchos nos gustaría, pero creando puentes y ampliando el conocimiento entre pueblos. Tanto para los prisioneros como para los que los guardan.
Vía: The NYT
Gabriel García Márquez