La pregunta que da pie a este artículo parece, en principio, sencilla: los jóvenes, claro. Pero quizá haya que afinar un poco más, ya que parece que el concepto de literatura juvenil ha ido cambiando en los últimos años, así como también es diferente el de «los jóvenes».
Para explicar esta confusión terminológica habrá que hablar del Young Adult o, como se viene traduciendo aquí, literatura para jóvenes adultos. Es curioso que en el mercado anglosajón se entiende el YA como la tradicional juvenil de aquí, mientras que en el mercado español se ha creado una nueva percepción, la de una novela juvenil que parte de los 15 o 16 años y se alarga hasta pasados los 18. ¿La razón? Esos libros cargados de romance y violencia, como Crepúsculo, que son difíciles de clasificar, ya que escapan a la tradicional clasificación de valores que era, y es, fundamental en la novela juvenil.
¿Qué quiere decir esto? Que la YA es literatura creada para la diversión, para el placer, que no contiene moralejas ni elementos de utilidad para una asignatura escolar. Contiene un gran porcentaje de aventura, romance y, en muchos casos, elementos fantásticos. Digamos que es la evolución perfecta para todos aquellos que han crecido leyendo Harry Potter… que no son pocos, que digamos.
Además, está, como hemos dicho, el concepto de «joven». No hace tanto ya se dejaba de leer juvenil a los 17 o 18 años. ¿La razón? La juvenil buscaba más su relación con el estudio y no había muchos temas que desarrollar. Además, se buscaba lo antes posible la entrada al mundo adulto y ahí, o sigues leyendo o… bueno, dejas de leer. La YA cubre este espectro con facilidad, y sigue durante bastantes años más. Ahora se está segmentando a la New Adult Fiction, que no es más que la Young Adult con «un poco más de todo» (sexo, violencia, trama), ideal para los mayores de 20.
Todo esto viene por un estudio presentado en la Feria de Bolonia de Literatura Infantil y Juvenil en la que se veía cómo existía un porcentaje de lectores de 30 a 45 años que leían habitualmente literatura para jóvenes adultos. Un dato que ha sorprendido a muchos, pero que es manifiestamente incompleto, ya que está creado a partir de porcentajes de compra de ese tipo de literatura. Pese a todo, no es de extrañar. La calidad y, sobre todo, la variedad de este tipo de literatura ha evolucionado muchísimo en los últimos años. Así que, a la espera de que la New Adult Fiction llegue con fuerza a nuestro mercado, tenemos entre las manos un tipo de literatura capaz de enganchar a varias generaciones de lectores y que, en mi opinión, está creando también un gran número de jóvenes autores que quieren contar sus propias historias, algo que siempre es positivo para el futuro de la literatura.
¿Y vosotros? ¿Seguís leyendo literatura juvenil, sin importar la edad? Y si no lo hacéis, ¿cuál es la razón? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Mercedes Castro