Los que sigáis habitualmente el blog de Lecturalia ya sabréis que Fred Vargas es una de nuestras debilidades confesas y que seguimos con atención sus publicaciones, que en España van de la mano de la editorial Siruela. Para los que lleguéis aquí de rebote, deciros que Vargas es una autora francesa de novela criminal que hace uso de un peculiar estilo y cuyo personaje más conocido es el disperso comisario Adamsberg, que junto al enciclopédico Danglard, resuelve asesinatos, enigmas y sentimientos.
Pues bien, en esta ocasión nos acercamos a Fluye el Sena, una pequeña colección de tres relatos protagonizados por un Adamsberg en estado puro y que sintetizan a la perfección la obra de Vargas a la perfección, con sus peculiares secundarios, el estilo onírico y la crudeza de sus historias. La verdad es que cada uno de los cuentos, Salud y libertad, La noche de los brutos o Cinco francos unidad, daría perfectamente para un episodio de televisión, y que también se pueden disfrutar en forma de cómic gracias al artista francés Baudoin. Eso me recuerda que es una lástima que de todas las adaptaciones de la obra de Vargas aquí solo haya llegado la película de Huye rápido, vete lejos. Qué se le va a hacer.
Pues bien, a lo que íbamos, Fluye el Sena es una más que correcta -y breve- antología en la que los seguidores de Vargas encontraran un leve antídoto a su adamsbergdependencia, muy acusada tras la publicación del año pasado de El ejército furioso, y que sirve como introducción perfecta a todos aquellos que tengan curiosidad por el universo Vargas y quieran dar un rápido vistazo a sus diálogos imposibles, sus personajes construidos a base de sensaciones viscerales y sus historias neblinosas. Pese a todo, seguimos recomendando acercarse a Vargas a través de sus primeras novelas. Más que recomendable.
Fred Vargas
Fluye el Sena