¿Quién es, o ha sido, el escritor publicado más joven del mundo? Aunque la pregunta podría parecer sencilla, la respuesta no lo es en absoluto. Cada país, estado y cultura afirma que su propio niño prodigio ostenta el récord mundial, y los datos que pueden encontrarse son confusos. Por un lado tenemos a Christopher Beale, que con sólo seis años ha publicado su novela de 1500 palabras, This and Last Season’s Excursions (Las excursiones de esta temporada y de la anterior), de la mano de Aultbea Publishing Ltd. Hay que tener en cuenta que la autoedición permite que cualquier familia orgullosa pueda lanzar al mercado la obra de su pequeño, tenga ésta valor literario o no, y parece ser que Aultbea es famosa por ofrecer coedición encubierta, por la que exige a sus autores aportaciones económicas elevadas para proporcionarles las publicaciones que ansían. Asimismo, se especializa en la edición de obras de niños y autores muy jóvenes, para las que organiza grandes campañas de publicidad centradas en la escasa edad de sus escritores. Por esto, podríamos preguntarnos si Beale es un candidato válido para la cuestión que nos atañe, que es averiguar cuál es el prodigio que ha podido publicar antes una obra de determinada calidad, avalada por un filtro editorial potente. En cualquier caso, hay que ser un niño especial para soltar 1500 palabras de golpe (el padre de Beale es también escritor, lo que explicaría su afición por el mundo de las palabras).
Todo apunta a que la escritora más joven de la que tenemos conocimiento es Dorothy Straight, que publicó How The World Began (Cómo comenzó el mundo) con Pantheon Books en los años 60. La niña escribió la obra para su abuela cuando contaba con tan sólo cuatro años y sus padres la enviaron a la editorial, que accedió a publicarla. Cuatro años es una edad sorprendente, pero a lo largo de la historia nos encontramos con otros escritores que, si bien empezaron un poco más tarde, impresionan por su precocidad. Nuestro Lope de Vega, por ejemplo, que se estrenó como dramaturgo con tan sólo doce años, es un ejemplo de inmenso talento desde una edad muy temprana. Caso aparte es el de Anna Frank, que tenía trece años cuando escribió su famoso diario. Su obra nos impresiona más por el contenido que por la forma, pero es un libro que se mantiene vivo a día de hoy.
Otra obra interesante es The World Through a Child’s Eyes (El mundo a través de los ojos de un niño), de Michael Brasier, ya que narra las vivencias de un niño durante sus viajes (a más de 35 países), entre la edad de seis y doce años. Aquí, como ocurre con Anna Frank, lo impactante es el relato de experiencias que no suelen asociarse a personas tan jóvenes. Esto mismo ocurre con la obra de Thomas Chatterton, un poeta y autor de libros de misterio que vivió en el siglo XVIII. Con tan sólo 17 años, y ante la perspectiva de morir de hambre, se suicidó, envenenándose con arsénico. Durante su corta y dura vida, fue de lo más prolífico, escribiendo hasta libros de historia y publicando relatos en diversas publicaciones periódicas.
Por lo general parece ser que, como ocurre con niños prodigio en otros sectores, los jóvenes escritores suelen ser fenómenos de un día que no suelen arrastrar su fama y prestigio hasta la edad adulta. ¿Se os ocurre alguna excepción? ¿Hay algún escritor al que sigáis que empezara a publicar a una edad muy temprana? Como siempre, esperamos vuestras aportaciones en los comentarios.