Jacob y Wilhelm Grimm se convirtieron en figuras eternamente conocidas gracias a su labor como folcloristas, revisando y anotando decenas de viejas historias y leyendas populares que corrían de boca en boca por los bosques y montañas de la Europa del siglo XIX.
Su trabajo sirvió para fijar en un momento determinado esos cuentos populares que habían ido cambiando desde hacía siglos, leyendas que llegaron a su fin evolutivo al ser asentadas en negro sobre blanco, pero que se hicieron también mundialmente famosas, fuera de sus lugares de origen.
Pues bien, se acerca el 200 aniversario de la primera publicación hecha por los hermanos Grimm y esa fecha ha motivado al escritor Philip Pullman para revisar cincuenta de sus cuentos favoritos y realizar una adaptación, «clara como el agua», en el que además añade numerosos comentarios y contexto sobre los relatos.
Pullman no es un novato en esto de los cuentos para jóvenes, su trilogía de La materia oscura ha sido un superventas, llegando a ser adaptada al cine bajo el título de La brújula dorada. También es cierto que Pullman es uno de los autores más denunciados por asociaciones cristianas debido a su discurso científico y laicista y sus libros han sido prohibidos en numerosas bibliotecas americanas. Justamente por esto me parece una noticia reseñable: un peso pesado de la literatura juvenil menos complaciente revisando los clásicos de entre los clásicos.
Pullman trabajará con títulos como Rapunzel, Blancanieves o Cenicienta y ha asegurado que el resultado agradará tanto a jóvenes como a mayores. Lo cierto es que parece haber un pequeño resurgimiento de estas historias, con series de televisión como Grimm, que mezcla leyendas y detectives, o Once upon a time, que está logrando unos muy buenos índices de audiencia.
Sea como sea, el 6 de septiembre verá la luz el libro de Pullman con Penguin y espero ansioso a que alguna editorial española le esté siguiendo la pista para ofrecernos una buena traducción lo antes posible.
Vía: The Guardian