Aprovechando el 150 aniversario de la muerte de Fridtjof Nansen no estaría de más hablar de uno de los más arriesgados viajes que emprendió el explorador noruego a lo largo de su vida, llena de innumerables anécdotas y hechos.
Nansen empezó como esquiador antes de pasarse a la exploración ártica, siendo uno de los pioneros en acercarse al Polo Norte, en un viaje que si bien no alcanzó su objetivo, lo situó, junto a su compañero Fredrik Hjalmar Johansen, en una zona donde nadie había logrado llegar con anterioridad. Éxito o fracaso, eso es relativo; lo cierto es que salió con vida tras dos años de infierno polar compartiendo hasta el saco de dormir. Precisamente, Nansen publicó un libro contando este viaje, Hacia el Polo, que se convirtió en todo un éxito en su tiempo y que hoy en día publica en español Interfolio. De la introducción del editor me gustaría destacar un pequeño texto:
Sabemos que Nansen y Johansen no consiguieron llegar al Polo, aunque nadie había estado tan cerca hasta la fecha. Casi perdidos tomaron la dirección que, suponían, los llevaría a la Tierra de Francisco José y tuvieron que pasar dos inviernos metidos en un agujero en el hielo.Para que su temperatura corporal no descendiera mortalmente durante la noche, durmieron ambos dentro del mismo saco durante dos años para darse calor. Conociendo a los noruegos, me los imagino cediéndose el paso uno al otro educadamente para entrar en el saco.
–Entre usted, Dr. Nansen
–No, por favor, entre usted primero, amigo Johansen.
–Ni hablar, después de usted, querido amigo.
Cuenta la historia que, tocando a su fin el segundo año, y a poco tiempo de que el destino los pusiera a salvo, Nansen le dijo a Johansen una noche, estando dentro del saco:
–Estimado amigo, después de dos años…¿usted no cree que ya va siendo hora de que empecemos a tutearnos?
Nansen, sin embargo, sería todavía más conocido por su carrera política como diplomático, en la Primera Guerra Mundial durante la cual jugó un papel destacado ayudando a cientos de refugiados, que le llevó desde Washington como Alto Comisionado de la Sociedad de Naciones a Rusia para negociar la vuelta a casa de prisioneros rusos tras la revolución, entre otras muchas acciones dedicadas al acuerdo entre naciones. Sin duda un hombre notable que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1922, vamos, igualito que algunos que ha concedido posteriormente la Academia Sueca.
Fridtjof Nansen
Hacia el Polo