Philip Kerr retoma el personaje que le ha encumbrado, el detective Bernie Gunther, para llevarnos a ese juego de espejos que se dio tras la Segunda Guerra Mundial, en el que los servicios secretos occidentales y soviéticos luchaban en las sombras de un Berlín en plena reconstrucción.
Bernie Gunther no podía quedarse quieto en Cuba, sentado tranquilamente en una terraza bebiendo mojitos, no: tenía que meterse en líos, problemas que su turbia relación con autoridades y mafia de la isla iban a convertirse en un asunto de vida o muerte. En Gris de Campaña, Kerr hace que Gunther caiga en manos del ejército americano y de ahí, debido a su pasado en las SS, directo a Alemania para evaluar su caso, ya que podría ser acusado de crímenes de guerra.
Kerr continúa en este libro las historia que dejó en Si los muertos no resucitan, obra que le hizo ganar el Premio RBA de Novela Negra. Siguiendo con el mismo estilo, el autor nos relata dos tiempos diferentes, el presente de Gunther, encerrado e interrogado por americanos y franceses a la busca y captura de un jefe de inteligencia de la RDA, y la época que hasta ahora se había mencionado sólo de pasada: la militancia en las SS del detective y su participación en la guerra. También nos cuenta en detalle algo que sólo se había mencionado, su estancia como prisionero en un campo de prisioneros soviético y su posterior fuga.
Gris de campaña sigue la misma línea de calidad que las anteriores obras de Kerr, con una gran labor de documentación y un dominio perfecto del personaje. Gunther es como de la familia si has llegado a este libro y la verdad es que Kerr explica claves necesarias que hacen cobrar sentido a acciones y actitudes del detective berlinés en libros pasados. Desde luego, es más que recomendable a todos los seguidores de Berlín Noir, sobre todo a los más aficionados al aspecto «espía» que al «detectivesco», aunque, como siempre, encontraremos un poco de todo.
El libro no cierra las aventuras de Gunther, de nuevo en marcha tras una historia que lo lleva al límite de su resistencia. Kerr parece no querer jubilar a su personaje favorito aunque es probable que en el próximo libro se adentre peligrosamente en la sesentena. Tendremos que comprobar si el detective más mordaz de Alemania se acerca a la jubilación o tiene cuerda para rato.
Philip Kerr
Gris de campaña