Un tópico recurrente al hablar de lectura en este país es que los jóvenes no leen y que abandonan los libros al acabar la primaria más interesados en otros productos de ocio como el cine o los videojuegos. Pero también sabemos que los jóvenes son bastante tercos y en muchas ocasiones se niegan a adaptarse a los tópicos. Así parece demostrarlo el informe anual que sobre los hábitos de lectura realiza la Federación de Gremios de Editores de España, que comprueba una tendencia ya vista en los últimos años: la franja de edad entre 14 y 24 años cuenta con los lectores más aplicados. En términos generales, el número de lectores frecuentes (más de cinco libros al año) ha aumentado en cinco puntos respecto a 2000, mientras que ha disminuido el número de lectores ocasionales (más de un libro al año); podemos ser optimistas y pensar que parte de los ocasionales del 2000 son ahora lectores frecuentes.
Sea como sea, siguen siendo las mujeres jóvenes con estudios universitarios las que más leen en este país y continuamos teniendo una de las cuotas de lectura más bajas de Europa, con una media de lectores habituales que no llega al 60% situándonos todavía en el puesto 21 de los 27 países de la UE. De todas formas, esta tendencia al alza nos puede permitir ser medianamente optimistas, no sólo por lo que supone de cara al mercado editorial sino, sobre todo, lo que implica la lectura como elemento fundamental de una sociedad de ciudadanos más preparados y libres En cambio, según destaca el informe, encontramos un dato preocupante: las bibliotecas escolares, fundamentales para la promoción de la lectura en la educación primaria, verdadero caldo de cultivo de los futuros lectores, han visto estancada la inversión mientras la comprensión lectora ha disminuido. Por lo tanto, aunque la tendencia pueda ser optimista no podemos olvidar que aun se trata de datos muy paupérrimos y que es necesaria una actitud proactiva por parte de todos (instituciones, familias, mercado) para que podamos abandonar de una vez la cola de la lectura de Europa.
(Valencia, 1973) Bibliotecaria y eterna estudiante, vive rodeada de gatos y libros, siempre en busca de un buen asesinato.