Con el 2010 se ha llegado una fecha especial para Latinoamérica con la celebración del bicentenario de su independencia para muchos países, momento de forja nacionalista del estado tal y como lo conocemos hoy en día.
En el caso de México, que hace muy poco que ha celebrado por todo lo alto su bicentenario, vamos a hacer una pequeña incursión en su literatura nacional nombrando algunas de las figuras más interesantes que ha dado a la historia de la literatura.
Para hablar de la literatura Mexicana contemporánea es inevitable empezar con Octavio Paz, Premio Nobel de literatura en 1990 y considerado uno de los más grandes poetas de la literatura universal. Qué decir de este monstruo de las letras, ensayista, escritor y poeta, autor de El laberinto de la soledad, El arco y la lira o Libertad bajo palabra.
Paz es fundamental en la literatura contemporánea mexicana tanto por su poesía como por su labor de crítica y ensayo, en la que destacó como un pensador social, de gran valía y que supo dotar de contenido formal a su pensamiento poético.
Dejemos por un momento la trascendencia abrumadora de todo un Premio Nobel y hablemos, por ejemplo, de dos autoras, dos voces femeninas que se han hecho un hueco en la narrativa actual mexicana. Por un lado tenemos a Ángeles Mastretta, que logró un gran éxito con Arráncame la vida y que obtuvo el Premio Rómulo Gallegos de 1996 por Mal de amores.
También podemos hablar de Laura Esquivel, que con su novela Como agua para chocolate, dio el salto al mercado internacional gracias a la adaptación al cine que realizó Alfonso Arau que la convirtió en una de las autoras mexicanas más conocidas en todo el mundo.
Dentro de los autores jóvenes encontramos a Jorge Volpi, que ha cultivado con éxito el ensayo y la novela, con premios como el Biblioteca Breve de Seix Barral o el Deux Océans-Grinzane Cavour. Con En busca de Klinsor logró ser traducido a más de 25 idiomas y publicado en prácticamente todo el mundo.
Vamos a terminar con unos cuantos pesos pesados. Elena Poniatowska, de origen francés y polaco, con raíces en la nobleza, es una de las autoras más galardonadas de México, ganadora del Mazatlán, el Alfaguara o el Rómulo Gallegos, entre otros muchos. Muy activa políticamente, su obra ha sido estudiada en grandes universidades de todo el mundo y el Gobierno de México creó en 2007 un premio de novela con su nombre. Imprescindibles en su obra títulos como El tren pasa primero o La piel del cielo.
Juan Rulfo es otra de las voces necesarias al hablar de México. Sólo por su novela Pedro Paramo ya se ganó el cielo de las letras, pero para conocerlo bien siempre recomiendo su colección de relatos de El llano en llamas. Príncipe de Asturias de las letras en 1983, Rulfo es uno de los autores mexicanos más estudiados en los círculos académicos.
No nos quedamos atrás al hablar de Carlos Fuentes, autor de grandes novelas como Aura o La muerte de Artemio Cruz, ganador del Rómulo Gallegos y el Cervantes de 1987, la obra de Fuentes combina género y realismo, convirtiendo a este autor en uno de los grandes cronistas del México del siglo XX y principios del XXI.
Finalmente nos quedamos con otro Premio Cervantes, José Emilio Pacheco, poeta de gran calado en la literatura contemporánea, ganador de Pablo Neruda, el García Lorca o el Reina Sofía, entre otros muchos certámenes y galardones dedicados a la poesía.
Miembro de El Colegio Nacional y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, su poesía se ha convertido en fundamental para sus contemporáneos y también es remarcable su labor como editor y difusor de la cultura en México. Pacheco es autor de poemas como Alta traición, antologías como Tarde o temprano o El reposo del fuego, entre otras muchas. En menor cantidad ha publicado novela y cuento.
Esto es, como es obvio, una sencilla mirada al importante panorama mexicano de las letras, con sus flagrantes omisiones y quizá forzadas inclusiones. La palabra es del pueblo, ¿a quién echas de menos?¿a quién quitarías de esta lista? Os esperamos en los comentarios.