En un contexto de crisis mundial, globalización y aglutinación editorial, las pequeñas editoriales independientes necesitan ser fuertes y competitivas para sobrevivir. Más si cabe si publican en una lengua minorizada como el catalán. Este es el caso de la valenciana Edicions Bromera y las catalanas Angle Editorial y Cossetània Edicions, que han unido sus fuerzas bajo la plataforma Edi.cat para, sin llegar a fusionarse, hacer frente conjuntamente a los retos comerciales que les depara el futuro. Unos retos que, dicho sea de paso, afrontan el resto de editoriales del mundo mundial, independientemente de cuáles sean el tamaño y la lengua de sus catálogos.
“Sin abandonar el modelo actual hay que prepararse para los nuevos modelos que se insinúan en el mercado y estar en primera línea para dar respuesta a las nuevas necesidades sociales de lectores y autores”, explican en el catálogo de presentación del proyecto. Es decir: hay que apostar por el ebook y por dar con nuevas formas viables de comercialización.
Para ello se han impuesto una lista minuciosa de deberes entre los que destaca el propio sitio web de la plataforma, desde donde las editoriales venderán progresivamente todo su catálogo digitalizado. También es interesante la intención de “facilitar la impresión bajo demanda, en formato papel, de aquellos textos y originales que no tengan una salida comercial convencional”.
Resumiendo: libros impresos en formato digital y libros impresos a la carta. Interesante.
El proyecto abre sus brazos al resto de editoriales independientes en catalán. En el caso de Bromera, Cossetània y Angle, sus respectivos catálogos tienen un marcado perfil propio y no se solapan. Habría qué ver cómo encajarían en una fórmula similar varios editores compitiendo por un mismo segmento del público.