- La poesía social es una corriente literaria que nació en España en los años 50 y 60 del siglo XX.
- Te contamos qué es la poesía social, cuáles son sus características y algunos de sus poetas más representativos.
La literatura, como cualquier arte, está íntimamente ligada a la sociedad en la que se desarrolla. Por ello, si pretendemos comprender un libro en su totalidad es fundamental conocer el contexto en el que se escribió.
Uno de los géneros en los que mejor se puede leer la historia y los ideales de sus autores es la poesía. Los versos nacen no solo de la necesidad del poeta de expresar sus sentimientos, vivencias e inquietudes vitales, sino también como una forma de levantar la voz contra aquello que consideran injusto. A raíz de este último objetivo nació la poesía social, una tendencia literaria que surgió ante una situación verdaderamente insostenible.
¿Qué es la poesía social?
La poesía social es una corriente literaria española surgida a mediados del siglo XX y que se desarrolló en respuesta a las condiciones sociales y políticas que se estaban dando en la España de entonces.
Este movimiento tenía por fin denunciar, a través de la palabra, las injusticias pertrechadas por Francisco Franco después de finalizar la Guerra Civil. A través de los poemas se criticaba la censura y el favor del que gozaban las élites de adeptos al dictador.
Para los poetas que cultivaron esta corriente, la poesía era entendida como un instrumento para cambiar el mundo y concienciar a los lectores de las injusticias, así como una manera de defender a los débiles y desamparados. Sin embargo, la realidad de la posguerra era extremadamente dura y poco o nada se podía hacer contra la fuerte represión del régimen; cualquier forma de expresión que contradijera el discurso oficial suponía para quien la manifestaba un peligro inminente. Consecuentemente, la poesía social fue una corriente de muy corta vida y sus máximos exponentes fueron acogiéndose a otros movimientos con el paso del tiempo.
¿Cuándo y dónde nace la poesía social?
La poesía social nació en España durante las décadas de 1950 y 1960, época marcada por la dictadura de Francisco Franco.
Uno de los antecedentes más claros de esta corriente poética fue la revista Espadaña, surgida en 1944 y cuya actividad finalizó en 1951. En ella publicaron poetas de gran reputación como Blas de Otero, César Vallejo y Pablo Neruda. El objetivo que perseguía esta nómina de autores era el de recuperar las tendencias vanguardistas que se habían cosechado en la España de la República y años anteriores, prestando especial atención a la producción de la Generación del 27.
Espadaña surgió en oposición a la revista poética Garcilaso. Juventud creadora (1943-1946), de corte neoclásico y cuyos poetas eran partidarios de las políticas del general Franco. Entre los autores de esta ideología se encontraban Luis Rosales, Dionisio Ridruejo, Leopoldo Panero y Luis Felipe Vivanco.
Con el nacimiento de estas dos publicaciones surge la contraposición entre garcilasistas y espadañistas, que no era sino el enfrentamiento entre diferentes posturas respecto a la poesía y su función para con la sociedad.
¿Cuáles son las características de la poesía social?
La poesía social, a pesar de no prescindir de metáforas, imágenes y otros recursos estilísticos, presta más atención al contenido que a la forma, por lo que no cuenta con una métrica y rima establecida.
Puesto que su fin último es llegar a cuantas más personas mejor, con tal de concienciarlas sobre la situación que se está viviendo en España, el lenguaje es coloquial, directo y claro. Solo de este modo el poeta se asegura que está transmitiendo su mensaje al público adecuado y de la manera correcta.
En esta tendencia se abandona la expresión de cuestiones íntimas o existenciales para poner el foco sobre la denuncia de las injusticias. En consecuencia, los temas más recurrentes de la poesía social son la preocupación por España desde una perspectiva política, la crítica a la represión y la falta de libertad, el desarraigo o la solidaridad con los problemas de los demás, especialmente los pobres y los colectivos marginados.
Principales poetas y obras de la poesía social
Antes de hablar de cuatro de los poetas más representativos de la poesía social, cabe hacer mención de dos nombres que no se enmarcan en esta corriente por unas razones o por otras, pero que sí desarrollaron una poesía crítica y de denuncia.
Uno de ellos es el oriolano Miguel Hernández, cuya producción poética se encuadra en la conocida como poesía comprometida y que sirvió como precursora de la poesía social de los 50 y 60. Sus poemarios más revolucionarios y reivindicativos son Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1937-1939), donde habla sobre la guerra y su dolor frente a ella.
Otro nombre destacado que no pertenece a la corriente de la poesía social española, pero cuyos poemas persiguieron fines similares, es Pablo Neruda. El compromiso poético del chileno se advierte especialmente en su tercera etapa, en la que se ve inmerso en las pugnas políticas de la época. Sus libros más destacados de este período son Tercera residencia (1947), Canto general (1947) y Las uvas y el viento (1954). El autor, que siente que debe dar voz a quienes no pueden hablar, trata en sus versos temas como la Guerra Civil española, la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias.
Blas de Otero
Blas de Otero (1916-1979) es una de las voces más representativas de la poesía social. Su carrera poética inicial estaba teñida de sus creencias religiosas; no obstante, una crisis depresiva le hizo adoptar un tono más pesimista y de corte existencialista. Esta tendencia fue transformándose poco a poco en poesía social, con la que se oponía al franquismo, régimen que censuraba parte de su obra. De este modo, su trayectoria puede dividirse en tres etapas: una religiosa, otra existencial y otra social. En esta última, en la que pone la mirada sobre las ruinas, la miseria y la crueldad humanas, destaca el poemario Pido la paz y la palabra (1952).
Gabriel Celaya
Junto a Blas de Otero, Gabriel Celaya se alzó como uno de los nombres más importantes de la poesía social. A lo largo de su trayectoria quiso conectar la poesía española con otras corrientes que llegaban de Europa: el arte comprometido y el realismo socialista. El guipuzcoano combinó la vanguardia y la pureza, estableciéndose como un autor aislado de las tendencias imperantes; no obstante, pronto fue adhiriéndose al compromiso poético y del aislamiento pasó a la participación activa en la sociedad y en sus reivindicaciones. Para él la poesía era un arma de lucha para cambiar el mundo, y lo muestra en libros como Lo demás es silencio (1952) y Cantos íberos (1954).
José Hierro
José Hierro (1922-2002) perteneció a la primera generación de la posguerra y cultivó la conocida como poesía desarraigada. Aunque en sus primeros libros siguió la estela de poetas como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Pedro Salinas o Gerardo Diego, cuando la poesía social estaba en auge en España comenzaron a aparecer en sus poemas numerosos rasgos sociales. En su obra aborda temas que tienen que ver con su compromiso, explorando también tópicos como el paso del tiempo y el recuerdo. Entre sus poemarios se encuentran títulos como Tierra sin nosotros (1947) y Alegría (1947).
Gloria Fuertes
Gloria Fuertes (1917-1998) fue una poeta de la Generación del 50. Desarrolló una rica obra orientada tanto para el público infantil y juvenil como para adultos. Fuertemente concienciada en temas de igualdad, pacifismo y medio ambiente, su poética se caracteriza por la ironía, el sarcasmo y el humor con el que habla sobre temas de corte social. Y es que para ella la poesía fue realmente un arma de denuncia con la que se dispuso a describir las injusticias que percibía a su alrededor; lo hizo con un estilo muy personal y desenfadado, haciéndose servir de un lenguaje despojado de artificios que permitía que el mensaje llegara a todo el mundo. Su producción para adultos la conforman poemarios como Aconsejo beber hilo (1954), Ni tiro, ni veneno, ni navaja (1965) o Poeta de guardia (1968).
Y hasta aquí los principales poetas que hicieron del compromiso social un tema recurrente en sus obras. Y tú, ¿crees que la poesía es una herramienta que puede usarse para cambiar el mundo?