- Durante décadas, los niños y los jóvenes LGTBIQ+ no han podido disfrutar de contenido en el que ver representada su realidad.
- En el panorama literario tanto nacional como internacional contamos con autores y autoras que luchan día tras día para dar voz al colectivo.
La infancia y la adolescencia son las etapas de la vida en las que conformamos nuestra identidad. Cuando crecemos necesitamos encontrar en el cine, la televisión y la literatura referentes con quienes sentirnos identificados. Solo así podemos dejar de lado la angustiosa sensación de que estamos solos en el mundo, de que nadie está pasando por lo mismo que nosotros y que, por lo tanto, nadie es capaz de comprendernos.
Quienes entran dentro de la norma en aspectos como el físico, la raza o la orientación e identidad sexual siempre han contado con la ventaja de ver reflejada su realidad a través de la pantalla y a través de los libros. Sin embargo, colectivos como el LGTBIQ+ — lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales, queer y otras identidades y orientaciones sexuales— lo tienen más difícil para experimentar esa satisfactoria sensación de leer al personaje de un libro y decir “¡soy yo!”.
Durante décadas, los jóvenes LGTBIQ+ han sufrido las consecuencias de una sociedad que ha elegido invisibilizarles. Por suerte, se están girando las tornas y cada vez se crea más contenido por y para el colectivo que durante tanto tiempo ha estado silenciado. A continuación te presentamos a 5 autores y autoras que se desviven por darle voz en sus obras —y también en su día a día a través del activismo— a todo tipo de identidades y orientaciones sexuales.
Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Si de impacto en la literatura juvenil hablamos tenemos que mencionar necesariamente la esencial labor de las escritoras españolas Iria G. Parente y Selene M. Pascual, amigas y dúo creativo desde hace más de una década.
Iria (Madrid, 1993) y Selene (Vigo, 1989) se conocieron en 2006 a través de un foro de escritura donde ambas subían sus relatos; su amistad se fue fortaleciendo con el tiempo y terminaron escribiendo a cuatro manos. En 2012 autopublicaron su primera obra juntas, Pétalos de papel; el éxito que cosecharon y el club de fans que se generó a su alrededor permitieron que dos años después publicaran en un sello tradicional su novela Alianzas. Desde entonces han visto la luz sagas como Marabilia —compuesta por cinco libros— u Olympus —conformada, de momento, por tres partes—, bilogías como El dragón y el unicornio y novelas autoconclusivas como Antihéroes, Anne sin filtros o Soulcial ¿con amor?
Si algo caracteriza a la producción de Iria y Selene es el afán por visibilizar todo tipo de realidades, todo tipo de experiencias. En sus obras la representación LGTBIQ+ es una constante, algo de agradecer especialmente en el panorama literario juvenil. Asimismo, su compromiso no se limita al plano creativo, pues se dejan la piel en transmitir a través de sus redes sociales, charlas en colegios e institutos y diferentes iniciativas, la importancia de una literatura más inclusiva, más respetuosa y más diversa.
Nando López
El escritor y dramaturgo español Nando López tuvo que vivir en primera persona lo que es transitar la infancia y la adolescencia sin referentes de tu misma orientación sexual. Ese “vacío” es el que se ha empeñado en llenar a lo largo de su trayectoria en literatura y teatro, consciente de la necesidad que tienen pequeños y jóvenes de verse a sí mismos en el contenido que consumen.
Entre su vasta producción destaca especialmente La edad de la ira, tercera finalista del Premio Nadal 2010 y que supuso un paso adelante en cuanto a narrativa LGTBIQ+. Ha pasado más de una década desde su publicación pero su importancia no ha menguado lo más mínimo; al contrario, se ha acrecentado, convirtiéndose en todo un clásico en las aulas españolas. Además se ha adaptado al teatro y a la televisión, recibiendo ambas el aplauso de crítica y público.
Tal y como ocurre con Iria y con Selene, su implicación con el colectivo no queda restringida a su obra literaria y teatral. Nando va un paso más allá y lleva su mensaje a institutos y escuelas; durante su carrera fue profesor de Educación Secundaria y Bachiller y él, mejor que nadie, ha visto las carencias del sistema educativo. Gracias a su labor se ha ganado el cariño y la admiración no solo de los lectores, sino también de padres y docentes que ven en su literatura y en su forma de transmitir el respeto a la diversidad una puerta abierta a un mundo mejor.
Alice Oseman
Si eres un asiduo de Netflix es probable que en la pantalla de inicio hayas visto recomendada una serie que está rompiendo con todos los esquemas: Heartstopper. Se trata de la adaptación de las novelas gráficas de Alice Oseman que sigue la historia de Nick y Charlie, dos muchachos que se enamoran en el instituto.
Oseman es una escritora e ilustradora inglesa que escribió su primera obra con tan solo 17 años. ¿Quién mejor que ella iba a plasmar las dificultades que atraviesan los jóvenes a día de hoy? ¿Quién mejor que una adolescente para dar voz a otros adolescentes? Entre las temáticas que aparecen en sus obras se cuentan la salud mental, los desórdenes alimenticios, los vínculos de amistad y las relaciones LGTBIQ+. La autora abraza la diversidad en todas sus formas y sus lectores la adoran por ello.
La popularidad de Oseman se ha disparado gracias a su saga de cómics Heartstopper. Aunque estas novelas gráficas ya eran populares, la verdadera revolución surgió a raíz de su adaptación por parte de Netflix y su aceptación a nivel global. La conmovedora historia de amor entre Nick y Charlie ha conseguido conquistar el corazón de todos los públicos. Normalizar las experiencias que viven día a día las personas del colectivo y verlas con más frecuencia en los medios es uno de los retos que se afrontan desde la lucha LGTBIQ+. Aunque aún queda mucho camino por andar, el boom de Heartstopper es la clara señal de que vamos en la dirección correcta.
Aiden Thomas
Cada vez es más común encontrar personajes homosexuales —más gays que lesbianas, algo también a cambiar— en series, películas y libros, pero ¿qué ocurre con el resto de orientaciones e identidades sexuales? Ellos, ellas y elles también necesitan su espacio, ser reconocidos y representados en aquello que leen.
Aiden Thomas es une autore de ascendencia latina, queer, transexual y persona no binaria, es decir, que no se identifica exclusivamente con ninguno de los dos géneros (masculino y femenino). Al pertenecer a tantos colectivos minoritarios diferentes ha experimentado de primera mano la falta de representación LGTBIQ+ en literatura; es por ello que ha centrado su carrera en acercar al público la realidad de otros jóvenes como elle.
Por el momento, Thomas ha publicado dos novelas; la más aclamada es, sin duda alguna, Los chicos del cementerio. En ella nos cuenta la historia de Yadriel, un nahualo trans cuya familia latina no termina de aceptar su verdadera identidad. En su afán por demostrar que es un hombre y lo ha sido siempre, invoca al espíritu de Julián Díaz, el chico malo del instituto. Juntos intentarán averiguar qué le pasó a Julián para acabar convertido en fantasma; por el camino, se enamoran. Lo revelador de la obra es la diversidad que aborda en muchas vertientes: la transexualidad, la homosexualidad y la cultura latina.
Ojalá a este listado de autores y autoras se sumen cada vez más voces, que llegue un día en que la representación LGTBIQ+ en literatura y en otras artes no sea una excepción, sino la norma. El momento en el que niños, adolescentes y adultos del colectivo no se extrañen cuando al abrir un libro puedan reconocerse en uno de sus personajes y decir con orgullo: ¡soy yo!