- Las bibliotecas no son, desgraciadamente, un bien del que todos podamos disfrutar.
- Para favorecer el acceso a la literatura de las zonas de España más despobladas existen los bibliobuses.
“Una biblioteca en medio de una comunidad es un cruce entre una salida de emergencia, una balsa salvavidas y un festival”. Así interpreta la autora Caitlin Moran un espacio cultural tan relevante y necesario en nuestra sociedad como son las bibliotecas. Lugar de encuentro, morada de conocimiento y, tal y como apunta la cita de forma tan certera, una vía de escape.
No debería haber rincón en nuestro país que no contara con, al menos, una biblioteca pública pero, desafortunadamente, la realidad es otra. Entre muchos de los hándicaps que sufre la España vacía —zonas, en su gran mayoría rurales, con muy baja población— se encuentra el de la falta de accesibilidad a contenido de carácter literario. A esta problemática ponen remedio los bibliobuses.
¿Qué es un bibliobús?
Ahora bien, ¿en qué consiste un bibliobús? La RAE lo define como “biblioteca pública móvil instalada en un autobús”, pero su verdadero significado va mucho más allá de esta escueta explicación. Este medio, que sienta sus antecedentes durante la Guerra Civil Española como forma de procurar lectura a los combatientes en el frente, se ha convertido a día de hoy en un recurso indispensable para hacer llegar la literatura a quienes, por su situación geográfica, no disponen libremente de ella.
El bibliobús circula de manera planificada y periódica, permitiendo a sus visitantes tomar prestados no solo libros, sino también otros materiales como vídeos, CDs o DVDs. Sus trayectos están calendarizados, quedando precisado así dónde, cuándo y durante cuánto tiempo se realizan las paradas. De este modo, los habitantes del lugar organizan sus jornadas en torno a este evento. Niños, adultos y ancianos, todos ellos reunidos en torno a la literatura. Lejos de tratarse de un momento dedicado en exclusiva al préstamo de libros, la llegada del bibliobús se convierte en motivo de celebración: se promueven actividades culturales, se introduce a la lectura a quienes aún no han descubierto sus beneficios y los usuarios hablan entre ellos, se recomiendan novelas, piden consejo a los empleados del bibliobús… Se genera, en resumidas cuentas, un ambiente irrepetible y transformador con la cultura y la pasión por los libros como telón de fondo.
Desde que se instaurara oficialmente la red de bibliobuses en 1953 se han establecido rutas en 11 comunidades autónomas de España: Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León son algunas de ellas.
28 de enero, Día del Bibliobús
La existencia de los bibliobuses debería ser un saber general y, en consecuencia, diferentes entidades han ido pidiendo a lo largo de los últimos años que se reconozca un día como el oficial de este servicio.
En 2014, a iniciativa de la Diputación de León, se celebró con carácter provincial el Día del Bibliobús, eligiéndose el 28 de enero por ser esta la fecha, en 1974, cuando se inició la ruta de estos peculiares autobuses en León. Más adelante se uniría a la propuesta la Diputación de Zamora y, en 2015, la ACLEBIM (Asociación de Profesionales de Bibliotecas Móviles) pidió extender la festividad a todo el territorio nacional.
Desde que el Consejo de Cooperación Bibliotecaria aprobara ese mismo año la instauración del Día del Bibliobús, cada enero los profesionales del sector se han dedicado a divulgar, festejar y dar visibilidad a su cometido. De este modo se promociona y favorece la utilización de este recurso, al tiempo que se llama la atención de las administraciones para que se invierta en este sector.
Labor social y cultural del bibliobús
Tras lo expuesto, huelga decir que el bibliobús es un servicio de valor inconmensurable para nuestra sociedad. Así quedaba reconocido de manera oficial cuando en 2013 se acreditaba a la asociación ACLEBIM con el Premio Nacional de Fomento de la Lectura por llevar la lectura allá donde no existe una biblioteca fija.
Casi una década después, el Ministerio de Cultura y Deporte del Gobierno de España sigue apostando por acercar la literatura a todos los rincones del país. Prueba de ello es el Plan de Fomento de Lectura 2021-2024, entre cuyos desafíos se encuentra el de promover la igualdad en el acceso a la lectura. Este propósito se traduce en prestar especial atención a aquellos grupos y áreas geográficas en riesgo de exclusión lectora como son, por ejemplo, el colectivo asentado en zonas rurales. Indagando en esta iniciativa gubernamental también se puede vislumbrar, entre una de sus claves, la importancia que se le otorgará a la España vaciada.
Aunque estas propuestas no involucran directamente a los bibliobuses, esperamos que en los próximos años se siga invirtiendo tanto en la calidad como en el alcance de este servicio fundamental.