- Aprender idiomas es una de nuestras eternas tareas pendientes.
- Para comenzar a instruirse en un idioma es imprescindible conocer los materiales de los que podemos disponer.
Plantar un árbol, escribir un libro, viajar, asistir a un concierto de nuestro artista favorito, practicar un deporte de riesgo, hacer voluntariado… De entre toda nuestra larga lista de cosas que queremos hacer antes de morir hay una que suele permanecer pendiente durante muchísimo tiempo: aprender idiomas. Esta labor es, desde luego, ardua, pero no por ello debemos desfallecer antes siquiera de intentarlo. Volverse fluido en un idioma no es tarea de un día, ni mucho menos, y es por ello necesario marcárnoslo como objetivo y trabajar duro para conseguirlo.
Ahora bien, ¿cuál es el primer paso a tomar una vez te propones aprender idiomas? La respuesta es sencilla: encontrar el material adecuado para hacerlo. Si te das un paseo por la sección de idiomas de tu librería de confianza puedes encontrar títulos que te invitan a aprender inglés en 10 días, que te aseguran que aprender francés es más sencillo que nunca o que aprender alemán ya no es misión imposible. A continuación te contamos qué clase de libros pueden ayudarte a tachar definitivamente los idiomas de tu listado infinito de cosas por hacer.
Libros de ortografía y gramática
Estos son los primeros libros que te han venido a la mente cuando hemos hablado de aprender idiomas, ¿verdad? Aunque sea costoso y farragoso, sentar una buena base ortográfica y gramatical es fundamental para desenvolvernos con soltura en una lengua pues, sin ella, no seríamos capaces de comunicarnos con sus hablantes.
En este tipo de libros podremos conocer los aspectos más complejos de un idioma: las normas que lo rigen, las reglas ortográficas, la construcción de las oraciones, el uso del vocabulario, los diferentes tiempos verbales… Se trata de un material didáctico que no solo se limita a explicarte la teoría, sino que suele venir acompañado de sendos ejercicios que te ayudarán a poner en práctica lo aprendido.
Cuadernos de ejercicios
Si ya estás cansado de tanta teoría y lo que necesitas es ponerte a practicar sin descanso, los cuadernos de ejercicios son exactamente lo que estás buscando. Tanto si estás comenzando a aprender un idioma como si necesitas refrescar un poco tus conocimientos, este tipo de libros te ayudará a poner a prueba lo que sabes.
Ejercicios prácticos y divertidos, juegos, crucigramas, sopas de letras, textos con preguntas… Todo esto y más podrás encontrar en los cuadernos de ejercicios, que puedes utilizar como complemento a los manuales de ortografía y gramática.
Guías para principiantes y guías de conversación
A pesar de que lo ideal sería aprender un idioma desde la raíz, familiarizándose con él poco a poco y ganando fluidez con el tiempo, lo cierto es que a niveles prácticos solo necesitamos saber unas cuantas nociones para desenvolvernos en un idioma.
Cuando viajamos, por ejemplo, de poco nos sirve saber cómo utilizar el past simple o el past perfect continuous si no somos capaces de preguntar cómo llegar a ese destino turístico que tanto nos llama la atención, pedir un plato en un restaurante o preguntar dónde está la zona de facturación en un aeropuerto.
Para quienes no quieren profundizar en un idioma, sino salir airosos de este tipo de situaciones, existen las guías para principiantes o las guías de conversación, en las que quedan recogidas las expresiones más cotidianas y prácticas para poder comunicarse —a un nivel muy básico, eso sí— con los hablantes de esa lengua.
Lecturas graduadas
¿Recuerdas aquellos libros que los profesores de inglés te hacían leer en el colegio? Esas historias llenas de dibujos que no llegaban a las 100 páginas y que estaban repletas de ejercicios y glosarios son las denominadas lecturas graduadas. Se llaman así porque dependiendo del nivel que se tenga en determinado idioma, se adapta la obra para hacerla más accesible al lector.
Todos los libros pueden convertirse en lecturas graduadas, aunque bien es cierto que se suele echar mano de los clásicos, pues la familiaridad que tiene el lector con la historia original facilita mucho su comprensión de la lectura.
Diccionarios
A la hora de aprender un idioma no puedes prescindir de un buen diccionario al que acudir cuando desconoces una palabra. En el caso de leer libros graduados, por ejemplo, el uso del diccionario es el método más efectivo para asimilar nuevo vocabulario; solo de este modo la lectura podrá volverse más y más fluida con el tiempo.
Al principio tendrás que recurrir al diccionario con frecuencia —no te desesperes, es parte del proceso—, pero poco a poco tu vocabulario se irá ampliando y, aunque no entiendas por completo lo que significa un término, podrás deducir su significado por el contexto.
Audiolibros
La pronunciación es uno de los aspectos más complicados de aprender un idioma, por lo que no podemos dejar de lado este aspecto en nuestro proceso de aprendizaje.
Además de consumir contenido audiovisual en versión original con subtítulos, así como comenzar a escuchar canciones en ese idioma, la escucha de audiolibros es una práctica muy útil para familiarizarse con la fonética y pronunciación de una lengua.
Si tu nivel aún no es el suficiente como para entender los audiolibros escuchándolos por sí solos, siempre puedes hacerlo con el apoyo de su texto escrito para asociar la palabra con su pronunciación.
Ahora que ya conoces todo el material del que dispones para aprender idiomas no tienes excusa. ¡A por ello!