6 libros feelgood para leer en verano

• Lo que decidimos leer puede depender de nuestro ánimo o de la época en la que nos encontremos.
• En verano, apetece sumergirse en historias ligeras y que dejan al lector con un buen sabor de boca.

Nuestro ánimo influye en gran medida en el tipo de libro que elegimos leer. Además de este factor, la época del año también invita a decantarnos por un género u otro; por ejemplo, el invierno es el momento perfecto para lecturas ambientadas en esta estación o que tengan la Navidad como protagonista, mientras que en verano solemos preferir historias que nos ayuden a desconectar. Entre estas últimas hay un subgénero literario que, además de ser muy ameno, deja al lector con un muy buen sabor de boca: el feelgood.

Las novelas feelgood, tal y como su propio nombre indica (feel good se traduce del inglés como sentirse bien), tienen como objetivo hacer feliz al lector. Para conseguirlo los autores y autoras se hacen valer de diferentes recursos. En primer lugar, es indispensable que tengan un final feliz; los desenlaces dramáticos mejor para otro tipo de novela. En segundo lugar, es esencial que las novelas feelgood se desarrollen en espacios con mucho encanto (una isla, una librería, ciudades como París…), pues gracias a ellos se genera una agradable sensación de paz y tranquilidad. El clima también tiene un peso importante en la historia: generalmente, serán novelas en las que haga sol la mayor parte del tiempo, pues esto despierta positivismo y alegría en quien lo lee. Por último, la trama se irá desenvolviendo poco a poco —que no de forma lenta—, y el protagonista tendrá que enfrentarse a diferentes retos que, por la naturaleza de este subgénero narrativo, siempre superará.

Después de saber en qué consisten las novelas feelgood, no queda duda alguna de que son una opción perfecta para leer en verano. A continuación te recomendamos algunas de ellas para que te hagan compañía durante estos meses.

Como ya hemos mencionado, el espacio en el que tiene lugar la historia cobra especial relevancia en el género feelgood. En La librería del señor Livingstone de Mónica Gutiérrez la autora ha convertido un lugar de ensueño como es una librería en el eje central de la obra. La protagonista, una joven arqueóloga, se muda a Londres buscando empezar desde cero; por casualidad, se cruza en su camino la librería Moonlight Book, cuyo dueño busca una ayudante. Tras conseguir el trabajo, Agnés irá descubriendo poco a poco qué hace de ese rincón de Londres un lugar tan especial. También Antoine Laurain en La mujer de la libreta roja sitúa la historia en un espacio con mucha magia: París. Laurent Letellier, antiguo banquero que ahora es propietario de una pequeña librería, encuentra un bolso que contiene un cuaderno con cientos de anotaciones, pensamientos y recuerdos de su propietaria. Así, en un relato que nos descubre el auténtico espíritu parisino, acompañamos al protagonista en su reconstrucción de la vida de Laure a través de su libreta.

Las novelas feelgood también suelen estar repletas de mensajes optimistas como que nunca es tarde para luchar por lo que quieres. Ejemplos perfectos de libros con esta temática son Nosotros en la noche de Kent Haruf y Soñar bajo el agua de Libby Page. En el primero, dos ancianos viudos deciden pasar las noches juntos después de darse cuenta de que pueden poner remedio a su soledad. A pesar de las objeciones del vecindario, e incluso de sus propios hijos que no ven con buenos ojos que sus padres tengan una relación, Addie y Louis siguen lo que les dicta su corazón y demuestran que el amor no conoce barreras. En el segundo, Rosemary, una viuda de 86 años, y una reportera del periódico local, aunarán sus fuerzas para impedir que se cierre la piscina de la localidad, que no es solo un espacio para nadar, sino que es el lugar lleno de historias y el punto de encuentro de toda una comunidad.

Por último, es muy frecuente que en las obras de este género se utilice la amistad como pilar sobre el que gira la trama. Canciones de amor a quemarropa, escrita por Nickolas Butler, sigue las vidas de Henry, Lee, Kip y Ronny, que crecieron juntos en un pueblo de Wisconsin. A pesar de que sus caminos se separaron hace mucho —algunos se quedaron, otros se marcharon— cuando se reencuentran como adultos cualquiera diría que no ha pasado el tiempo, y que su amistad sigue siendo la misma que compartieron de niños. También sobre amigos habla Los interesantes de Meg Wolitzer; a partir de 1972, momento en el que se cruzan la vida de seis adolescentes, nada será lo mismo para ellos. La novela narra los siguientes cuarenta años, en los que se pone a prueba tanto su relación como su capacidad para afrontar nuevos desafíos.