- Los amigos son uno de los grandes pilares de nuestra vida.
- En cuanto a la literatura, la amistad es uno de los tópicos más frecuentados.
Dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro, y eso bien lo sabemos todos. Los amigos son, definitivamente, la familia que elegimos, quienes están ahí para lo bueno y para lo malo, aquellos con quienes decidimos compartir nuestra vida. Aprendemos de ellos y con ellos, descubrimos cosas de nosotros mismos que desconocíamos, nos abrimos a nuevas experiencias. La amistad es un regalo que hay que saber cuidar, pues nos enriquece y nos hace crecer como personas.
En artículos anteriores hablábamos sobre escritores que fueron grandes amigos y cuya relación marcó tanto sus vidas como sus obras. Ahora es momento de traspasar las páginas y trasladarnos al mundo de la ficción: ¿cuáles son aquellos personajes cuya amistad recordamos con más cariño? La lista podría extenderse infinitamente, pero nos centraremos en los que han dejado su huella en los corazones de los lectores y también en la cultura popular.
Don Quijote y Sancho Panza (Don Quijote de la Mancha – Miguel de Cervantes)
No podemos sino empezar con uno de los dúos más celebrados de la literatura universal: Don Quijote y Sancho Panza. Dos personas completamente diferentes que Cervantes supo convertir en amigos inseparables hasta tal punto que no podemos pensar en uno sin que nos venga a la mente el otro.
Sus vidas se cruzan de forma fortuita y Quijote, que como buen caballero que es necesita de un escudero, le promete a Sancho que gobernará una ínsula si le ofrece sus servicios. Él, emocionado, acepta la oferta, y juntos se embarcan en toda una serie de aventuras que harán que su relación, de amo y esclavo al principio, vaya transformándose en una amistad inquebrantable.
A lo largo de la historia se muestra cómo Sancho Panza es el amigo perfecto para Don Quijote. Fiel, atento y siempre dispuesto a ayudar; además, gracias a que no es complaciente y cuestiona a su compañero en más de una ocasión, Quijote es capaz de ver las cosas desde una perspectiva distinta a la suya (aunque en la mayoría de ocasiones el escudero acaba cediendo a las locuras de su amo). Por su parte, Quijote demuestra ser noble, paciente, generoso, cortés, elocuente y valiente, y todas estas cualidades no hacen más que potenciarse en presencia de Sancho.
Aunque comienzan siendo muy diferentes, poco a poco, como ocurre en toda amistad, se contagian el uno al otro hasta tal punto de que los críticos han llegado a estudiar el proceso de “Quijotización” en Sancho Panza y el de “Sanchificación” en Don Quijote. Al fin y al cabo, ¿qué es la amistad sino influir en la otra persona y convertirla en alguien mejor?
Sherlock Holmes y Watson (Las aventuras de Sherlock Holmes – Arthur Conan Doyle)
Si hay una amistad literaria que destaca entre todas ellas es la de Sherlock Holmes y Watson. Además de las obras de Arthur Conan Doyle en las que ambos se encargan de los casos más variopintos, la amplia variedad de adaptaciones que se han hecho de las novelas ha permitido que Sherlock y Watson se conviertan en una de las parejas literarias por excelencia de la cultura popular.
Su relación da comienzo cuando en la primera de las historias de Holmes, Estudio en escarlata, ambos son presentados por un conocido y, ante la necesidad de uno de compartir piso y la de otro por establecerse en Londres, empiezan a convivir en el 221B de Baker Street. Narrado desde la perspectiva de Watson, médico veterano herido en la guerra, conoceremos a Sherlock, un misterioso detective con una capacidad deductiva fuera de lo común. Poco a poco, Watson va haciéndose hueco en cada uno de sus casos, convirtiéndose finalmente en su compañero de investigación y confidente, relación que dará pie más adelante a una amistad.
Watson es el perfecto contrapunto al cuadriculado y racional Sherlock Holmes que, inteligente y observador, a veces carece de ciertas habilidades sociales que su fiel amigo sí posee. Las cualidades de ambos se entrelazan para dar siempre con la respuesta a los casos más desconcertantes.
Harry, Ron y Hermione (Saga Harry Potter – J.K. Rowling)
Cuando hablamos de amigos en la literatura no podemos dejar pasar la oportunidad de hablar del trío conformado por Harry, Ron y Hermione. Este peculiar grupo se conoció en Harry Potter y la piedra filosofal, en el tren de camino a la escuela de magia y hechicería Hogwarts. Aunque al principio Harry y Ron se muestran reticentes a forjar una amistad con Hermione —al contrario que ellos, ella es muy estudiosa, madura y sensata— tras salvarla del ataque de un trol se vuelven inseparables.
Los tres son muy diferentes entre sí, y es esto lo que permite que se hagan crecer los unos a los otros. Harry es el más extrovertido; Ron, el más familiar y hogareño; por otro lado, Hermione es la voz de la razón, la persona en la que confían para que salgan los planes adelante.
Conforme se va avanzando en la saga, la amistad va fortaleciéndose y el lector se da cuenta que la relación de los tres es uno de los ejes centrales de la historia. Como se les sigue a lo largo de varios años, es una experiencia tremendamente satisfactoria para el lector verlos crecer como personas y también como amigos. Sin duda alguna, de todos los mensajes presentes en la saga de Harry Potter, el de la importancia de la amistad es uno de los más potentes.
Frodo y Sam (Trilogía El Señor de los Anillos – J.R.R. Tolkien)
Dejamos lo mejor para el final. Tanto si eres fan de la trilogía de El Señor de los Anillos como lector, como si lo eres gracias a las adaptaciones cinematográficas que se hicieron a principios de los 2000, hay una cosa clara: la amistad de Frodo y Sam no tiene comparación con ninguna otra.
Gandalf le cuenta a Frodo la historia del anillo y lo que tiene que hacer para destruirlo; agazapado entre los matorrales, Sam le escucha atentamente y, tras ser descubierto, el viejo mago le dice que tiene que acompañar a Frodo en su misión. De que salga bien dependen no solo sus vidas, sino también el futuro de la Tierra Media.
Ahora bien, ¿qué hubiese ocurrido si Frodo hubiese partido solo? Si quisiéramos borrar a Sam de la historia, no solo nos perderíamos una de las amistades más entrañables de la literatura, sino que no se hubiese llegado al desenlace que todos conocemos. Sam es, sin lugar a dudas, una de las piezas fundamentales de la trilogía: sin él, su amigo está perdido. A lo largo de la historia, es él quien le ayuda a cargar con el peso del anillo, quien le recuerda que hay que tener esperanza incluso cuando le faltan las fuerzas, quien le saca de la Oscuridad cuando más cerca está de caer en ella. Si buscáramos amigo en el diccionario, Sam sería la definición perfecta.
Terminamos este recorrido por las amistades más destacadas de la literatura con una frase de William James que resume perfectamente la esencia de todas ellas: “Allá donde estés, son tus amigos los que dan forma a tu mundo”.