- Plath y Sexton, dos de las poetas más revolucionarias del siglo XX, se conocieron gracias a un taller de poesía.
- Al terminar las clases se reunían en el bar del Ritz para hablar, entre copa y copa, sobre sus vidas.
A finales de la década de los 50, Robert Lowell se encontraba impartiendo un curso de poesía en la Universidad de Boston. Nadie imaginaba que, entre sus atentos alumnos se encontraban dos poetas revolucionarias: Sylvia Plath y Anne Sexton. Cuando los caminos de ambas se cruzaron, sintieron una conexión inmediata. Fue así como, durante la semana que duró el taller de Lowell, Plath y Sexton comenzaron a estrechar lazos.
Al terminar cada clase, las dos mujeres se dirigían al bar del Hotel Ritz y, entre martini y martini, conversaban sobre sus atormentadas vidas. Aunque fue la poesía lo que las unió, serían sus múltiples experiencias en común lo que las llevaría a convertirse en amigas. Para entender mejor este vínculo es necesario hacer un recorrido por sus vidas.
Fue Anne la primera en llegar al mundo. Nacida en Newton, Massachusetts, el 9 de noviembre de 1928, Anne Gray Harvey fue la menor de tres hermanas. A pesar de vivir de forma acomodada, Anne tuvo una infancia tormentosa, pues su padre la maltrataba. Este fue el primer contacto de la poeta con el maltrato, que seguiría presente a lo largo de su vida, siendo ella víctima —con su marido— y verdugo —con sus hijas—.
Cuando se casó en 1948 con Alfred Muller Sexton II —de quien se divorciaría veinticinco años después—, Anne abandonó su educación. Fruto de este matrimonio nacerían dos niñas, una en 1953 y otra en 1955. Tras su primer parto, Anne fue diagnosticada con depresión postparto; con el segundo, volvió a sufrir una crisis que la abocaría a su primer intento de suicidio.
Para combatir sus pensamientos depresivos uno de sus médicos le recomendó escribir poesía; de este modo, Sexton empezó a instruirse, acudiendo a diversos talleres en la materia, entre los que se encontraba el de Robert Lowell.
Los poemas de Sexton eran, a grandes rasgos, su propia biografía. La poeta habló abiertamente sobre trastornos mentales y temas tabú como la menstruación, el aborto, el adulterio o la drogadicción.
La obra de Anne, enmarcada en la poesía confesional —un género poético en el que se expresan las vivencias más íntimas—, la hizo merecedora del Pulitzer de poesía en 1967. Sin embargo, el éxito no fue suficiente para mermar su angustia, que la llevó a quitarse la vida el 4 de octubre de 1974.
Es momento de conocer a Sylvia Plath. Nacida en Boston el 27 de octubre de 1932, ya de muy pequeña sintió inclinación por las letras, especialmente la poesía. Curiosa, inteligente y perfeccionista, su vida quedó marcada a los 9 años con la muerte de su padre. Ante la pérdida, su madre intentó esconder el dolor para proteger a sus hijos; sin embargo, esta reacción tuvo el efecto contrario, despertando en Sylvia odio y resentimiento hacia ella.
Plath ingresó en el Smith College y los episodios depresivos que ya había empezado a sufrir se agudizaron. Una de estas crisis la llevó a querer quitarse la vida en 1953. Este intento resultó fallido y terminó internada en una institución mental. Un año después pudo volver a la universidad y centrarse en sus estudios, que finalizó con honores.
Su talento la hizo merecedora de una beca Fullbright y, en su estancia en Cambridge conoció al poeta Ted Hughes, con quien se casó en 1956. Cuando se mudó con él a Boston, Plath se apuntó al seminario de poesía de Robert Lowell que la pondría en contacto con Sexton.
Tras un matrimonio corto y tormentoso del que nacieron un niño y una niña, Hughes y Plath se separaron en 1962. La poeta se mudó con sus hijos a Londres y, con poco dinero y víctima de un fuerte episodio depresivo, se quitó la vida el 11 de febrero de 1963.
Para entonces ya había publicado el poemario El coloso (1960) y su obra más conocida La campana de cristal, que firmó bajo el seudónimo Victoria Lucas. En ella Plath retrata, de forma claramente autobiográfica, el colapso nervioso de Esther, su alter ego. Se tratan entre sus páginas las enfermedades mentales y la presión social a la que están sometidas las mujeres, temática que siguió apareciendo en su producción literaria y que la ha convertido en un símbolo feminista actual.
Tras recorrer la vida de Anne Sexton y Sylvia Plath no es de extrañar que ambas conectaran inmediatamente cuando se conocieron en el curso de poesía. Tampoco es de extrañar que las conversaciones que mantuvieron en el Ritz abarcaran temas íntimos y profundos, pues eran muchas las experiencias que compartían.
Ya no solo coincidieron en su amor por la poesía, en la que encontraron una forma de rebelarse contra una sociedad que las ahogaba, así como la manera de escapar de sus pensamientos más agónicos, sino que ambas estuvieron en un matrimonio infeliz y sufrían de depresión (aunque a día de hoy se diría que padecieron trastorno bipolar).
Uno de los temas sobre el que hablaron largo y tendido fue el suicidio; por ello, cuando Plath se suicidó antes que ella, Anne lo sintió como una traición. Este sentimiento no surgió de la nada, pues Sexton admiraba y envidiaba a Sylvia por igual. Consideraba a su amiga mejor que ella —era más guapa, más popular y con un carácter más afable— y el hecho de que se quitara la vida antes acrecentó el sentimiento de que Sylvia la había superado en todo.