- Las adaptaciones cinematográficas de las novelas siempre están en el punto de mira de los fans que esperan ver cumplidas sus expectativas.
- Por cuestiones de producción, tiempo y presupuesto, es prácticamente imposible seguir el guión al pie de la letra.
A todos nos ha pasado alguna vez el hecho de ver una película en el cine basada en una gran novela y pensar, ¿esto ocurría así en el libro? Pues bien, esta sensación es más que habitual, ya que en muchas ocasiones los directores introducen cambios en el guion que modifican, total o parcialmente, el desarrollo de los acontecimientos tal y como se presentan en el libro.
Esto aporta tanto aspectos positivos como negativos a las películas, ya que el espectador puede sorprenderse con personajes nuevos, escenas inéditas o acontecimientos más que entretenidos, y a su vez, estos cambios de guión pueden romper los esquemas del público o disgustar a algún fan acérrimo de la historia original. En las siguientes líneas nos detenemos ante algunos ejemplos de famosas novelas que han sido trasladadas a la gran pantalla, y que sin embargo, han visto modificado sus escenarios, sus personajes, o incluso parte de su argumento.
El Señor de los Anillos y El Hobbit: No seremos nosotros quien critiquemos aquí a Peter Jackson, ya que gracias a sus producciones, todos nosotros hemos podido disfrutar visualmente de la historia de la Tierra Media, ese mundo inventado por J. R. R. Tolkien, y que ha fascinado a más de medio planeta. P. Jackson realizó un trabajo excelente llevando a la gran pantalla las novelas de Tolkien pero sin embargo, muchos son los fallos o errores, si se les puede llamar así, que se han cometido a la hora de elaborar las diferentes películas.
Por ejemplo, cuando los hobbits se disponen a abandonar la Comarca, se encuentran con un personaje llamado Tom Bombadil, el cual desarrolla una subtrama en el libro que alcanza las 40 páginas. Pues bien, este personaje es ignorado totalmente en las películas, mientras que por ejemplo en la película de El Hobbit, encontramos otro personaje, Tauriel, comandante de los elfos silvanos del bosque negro, que posee cierta relevancia en las películas y que sin embargo, en los libros no llega ni a existir.
Otro de los personajes que se echan en falta es el elfo Glorfindel, un personaje muy relevante en los libros al tratarse de uno de los elfos más valientes y poderosos de toda la Tierra Media, y que sin embargo, tampoco se menciona en las películas, algo que los fans no llegaron a entender.
Por último, otro de los fallos garrafales que encontramos en estas películas, más concretamente, en El Señor de los Anillos: las dos torres, es cuando en la batalla del Abismo de Helm, encontramos a elfos luchando junto a los hombres de Rohan. Algo que no ocurre en los libros, ya que, como se menciona a lo largo de toda la saga, los elfos ya se encuentran luchando y defendiendo sus propias fronteras y además, son muy inferiores en número respecto a los hombres, por lo que se ven incapaces de enviar cualquier tipo de ejército de apoyo. Eso sí, no negaremos que ver en el cine a hombres y elfos luchando conjuntamente contra mareas de Uruk-Hai es una delicia cinematográfica.
La Saga de Harry Potter: Otra saga que triunfó al dar el salto a la gran pantalla fue la escrita por J. K. Rowling, la saga del mago británico Harry Potter. Sin embargo, aquellos que se hayan leído los libros, se habrán percatado que hay decenas de detalles y acontecimientos que en las películas han sido pasados por alto, y a continuación exponemos algunos ejemplos.
En primer lugar, ya en el primer libro se menciona a Peeves, un poltergeist que se dedica a molestar a los alumnos de primer año, y que deambula por el castillo gastando bromas pesadas a todos los alumnos. Pues bien, inexplicablemente este personaje no aparece en toda la saga. Tampoco vemos en la película el momento en el que Hermione Granger, compañera y amiga de Harry, funda la Plataforma Élfica de Defensa de los Derechos Obreros (PEDDO), una asociación que lucha por la defensa de los derechos de los elfos domésticos y que se desarrolla a lo largo de cientos de páginas.
La batalla final de Hogwarts es una de las peores adaptaciones de la película, ya que en el libro se nos presenta una verdadera batalla campal, donde participan desde elfos, centauros, arañas, mortífagos, alumnos del colegio y profesores, hasta el propio hermano gigante de Hagrid. En la película, apenas encontramos criaturas fantásticas o gigantes.
Por último, en la cuarta película, Harry Potter y el cáliz de fuego, apenas encontramos escenas dentro del gran laberinto que supone la última de las pruebas, mientras que en los libros, tanto Cedric como Harry, tienen que enfrentarse a diversas adversidades. De hecho, hay un momento en el que Harry se encuentra con una esfinge (animal mitológico), que le plantea un acertijo. Una escena que hubiese sido más que interesante.
En definitiva, sabemos que por cuestiones de producción, tiempo y presupuesto, es prácticamente imposible seguir al pie de la letra, y nunca mejor dicho, los argumentos y diálogos que podamos encontrarnos en los libros y trasladarlos a la gran pantalla. Aun así, la mayoría de las películas suelen dar muy buenos resultados y casi nunca defraudan. Ahora bien, seguimos recomendado leer también las novelas, ya que haciéndolo podremos descubrir hechos, personajes, y argumentos que no encontramos en las películas.
(Valencia, 1995) Periodista, amante de las letras y de la tecnología. Siempre hay tiempo para perderse entre las páginas de un buen libro. Sueña con escribir el suyo propio.